Jueves, 19 de Diciembre del 2024
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LA SABANA DE MARIA: En busca del rostro de la Madre de Jesús, artículo de Atila Soares

Publicado el 27/03/22

Átila Soares es profesor y autor de 4 libros. Con referencias en 30 países, es licenciado en Diseño Industrial y especialista en Historia, Filosofía, Sociología, Antropología, Arqueología y Patrimonio. También es colaborador de la revista “Humanitas” (Ed.Escala, São Paulo) y del sitio web “Italia Medievale” (Milán). También forma parte del comité científico de la Fundación Mona Lisa (Zúrich), de la Fondazione Leonardo da Vinci (Milán) y del proyecto L’Invisibile nell’Arte (Roma).

Como cuál podría ser la verdadera fisionomía de la Virgen (por Átila Soares de la obra del también diseñador Ray Downing)

Rio de Janeiro, 27 de Marzo del 2022.-Hasta el día de hoy, no se ha encontrado una referencia textual o artística más detallada sobre cómo serían los rostros de Jesús o su familia – los personajes más célebres de la Civilización Occidental -, corresponde a nuestra generación, utilizando herramientas contemporáneas, hacer frente a la realidad. Escasos fragmentos de posibles evidencias nos quedan … y con mucha fe en el alma. Por tanto, es importante destacar que este experimento que propuse, un ejercicio de especulación, tiene en cuenta la hipotética legitimidad de la Sábana Santa como reliquia cristiana, así como el Catecismo y la própia Teología de Roma. También es claro que la Iglesia nunca ha declarado oficialmente el sello divino de la Sábana Santa, solo considerándola como una pieza de gran importancia como promotora de profundas expresiones de fe por parte de sus seguidores.

Mi punto de partida (y la base principal para el resultado que seguiría) es el rostro del hombre de la mortaja, tomada en 2010 por el diseñador gráfico ganador de un Emmy, el estadounidense Ray Downing y su Studio Macbeth. Éste, con la tecnología forense más avanzada, produjo lo que se considera la aproximación más creíble a lo que debe haber sido esa cara impresa en vida.

Con la ayuda de software de inteligencia artificial y redes neuronales convolucionales de alta tecnología para el cambio de género, otra para los ajustes faciales y algunos toques artísticos manuales de mi parte, para definir mejor un rostro étnico y antropológicamente femenino, logro el resultado de una mujer de fuerte semblante alrededor de los 25-30 años. De hecho, nada que recuerde a una Madonna renacentista o barroca, construida de esta manera para establecer mejor una conexión de serenidad e interioridad con sus devotos, según los antiguos cánones artísticos. Y, con la misma tecnología, se logró llegar a la adolescencia de la Virgen cuando, supuestamente, habría dado a luz.

Una supuesta fisionomía de María en la adolescencia (por diseñador Átila Soares de la obra del también diseñador Ray Downing). IMAGEN: Átila Soares / Ray Downing.

Cabe preguntarse: ¿cómo se puede llegar a una definición considerable, tomando como base solo el rostro del hijo? La respuesta es muy simple: según las Escrituras, José, siendo el padre adoptivo de Jesús, no tuvo participación biológica en la formación carnal del Mesías. La naturaleza de esta consubstanciación (defendida por la Iglesia Católica) se traduce en una concurrencia teológica cuya consecuencia fue el Cristo-hombre como reproducción biológica exclusivamente de la madre ya que, siendo también Dios, se había hecho carne a través de la “unión hipostática de lo divino y lo humano “. Entonces, solo María, su madre, quedaría con esta atribución en términos de naturaleza humana. Ahora, siguiendo el pensamiento católico milenario, Jesús habría recibido el 50% del ADN de María, humana, y el otro 50% del Espíritu Santo, inmaterial, en una concepción completamente inmaculada – sobre esto, Papa Pío IX, en el año de 1854, proclamaría la bula Ineffabilis Deus, definiendo la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. También vale la pena recordar aquí que Cristo fue comúnmente referido como la “descendencia (o Casa) de David” por su madre, “de linaje real”, lo que nos lleva a considerar esta condición genética para el Jesús-hombre en relación con el persona de María.

Las discusiones sobre esto son interminables, pero es bastante razonable suponer que el material biológico que definiría la fisionomía de Jesús, al encontrar su herencia genética solo en María (porque ella es humana y, no, inmaterial), habría definido la apariencia de aquél – “fructus ventris” – muy similar a ésta, su único parentesco carnal.

En base a esto, se permite obtener otra versión del rostro de María utilizando pinceles de píxeles y bytes, algoritmos, más matemáticas, algunas consideraciones antropomórficas y un toque artístico final. Cuando la asombrosa tecnología del siglo XXI aborda temas tan controvertidos como la fe y lo invisible, entendemos por qué la religión y la ciencia nunca deberían haberse separado.

Átila Soares es profesor y autor de 4 libros. Con referencias en 30 países, es licenciado en Diseño Industrial y especialista en Historia, Filosofía, Sociología, Antropología, Arqueología y Patrimonio. También es colaborador de la revista “Humanitas” (Ed.Escala, São Paulo) y del sitio web “Italia Medievale” (Milán). También forma parte del comité científico de la Fundación Mona Lisa (Zúrich), de la Fondazione Leonardo da Vinci (Milán) y del proyecto L’Invisibile nell’Arte (Roma).



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