Francisco lidera una oración global para reclamar el fin de una guerra “cruel e insensata que amenaza al mundo”
Vaticano, 26 de Marzo del 2022.- El Papa Francisco ha realizado este viernes el gesto religioso más fuerte posible para la Paz en Ucrania al pedir a todos los obispos y los fieles del mundo a unirse a él en la consagración de la humanidad, y “especialmente, de Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María”. El ritual, de gran importancia espiritual para muchos católicos, evoca una de las peticiones de la Virgen de Fátima.
El mismo acto fue realizado en Fátima (Portugal) por el cardenal limosnero Konrad Krajewski, enviado de Francisco, siguiendo el deseo de los obispos ucranianos. Al mismo tiempo, miles de obispos de todo el mundo estaban leyendo la misma oración en el mismo momento. El Vaticano ha traducido la plegaria a más de treinta idiomas para recalcar su universalidad.
El Papa recurre así a los Misterios de Fátima, las supuestas revelaciones de 1917 cuando, según la tradición, tres niños portugueses dijeron que la virgen María se les apareció y les confió tres secretos en forma de profecías. Según el segundo misterio, la Virgen reclamó la consagración de Rusia –que ése año comenzó la revolución que desembocaría en la URSS- o de lo contrario “esparciría sus errores por el mundo promoviendo guerras y persiguiendo a la Iglesia”.
En una liturgia ante 3.500 personas en San Pedro, Francisco aseguró que “no se trata de una fórmula mágica, sino de un acto espiritual” en medio de una “guerra cruel e insensata que amenaza al mundo”. Entre los asistentes se encontraban los embajadores de Ucrania y de Rusia ante la Santa Sede, separados por un pasillo.
El argentino no es el primer pontífice en seguir el mensaje de Fátima. Ya lo hicieron en 1952 Pío XII –aunque no en comunión con todos los obispos del mundo– y en 1984 Juan Pablo II, aunque no especificó a Rusia. Cuando la Santa Sede reveló la tercera parte del secreto de Fátima, en el 2000, el entonces secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo Tarcisio Bertone, explicó que Sor Lucía –una de las videntes– había confirmado personalmente que el acto de consagración realizado por Juan Pablo II en 1984 correspondía a lo que la Virgen había pedido. Para algunos sectores católicos, que Francisco haya pronunciado Rusia en la oración y haya invitado a todos los obispos a unirse a él finalmente cumple la petición original de Fátima a los jóvenes pastores.
El Pontífice ha condenado en varias ocasiones las atrocidades de la guerra, pero todavía no nombra a Rusia como el país agresor para mantener los puentes abiertos con la influyente Iglesia ortodoxa rusa. Esta semana aseguró sentir “vergüenza” ante la decisión de muchos países de la Unión Europea de aumentar el gasto militar para cumplir con el requerimiento de la OTAN de llegar al 2% del Producto Interior Bruto (PIB) porque la respuesta a la guerra no puede ser “más armas”.
Fuente: La Vanguardia.