Lima, 22 de Noviembre del 2021.-Las infecciones vaginales son más frecuentes de lo que se cree y sus causas son variadas. Pueden ocasionar múltiples molestias y resultar realmente incómodas. Su diagnóstico se realiza mediante una evaluación en consultorio, donde se analizan las características del flujo vaginal y de los síntomas que presenta la paciente, a fin de plantear el tratamiento más adecuado para cada caso, según lo indica la doctora Bergica Martinez, ginecóloga obstetra de la Clínica Ricardo Palma. En las siguientes líneas la especialista despeja las dudas más frecuentes sobre esta afección.
Son alteraciones producidas por microorganismos que normalmente están presentes en la vagina o que han sido introducidos en ella durante el contacto sexual, actividad física o por una mala higiene.
Varios. Depende del agente que lo causa como hongos, bacterias, algún germen adquirido vía sexual o una combinación de ambos. Las más comunes son: candidiasis vaginal, vaginosis bacteriana, tricomoniasis y clamidia.
Varían desde alteraciones en el patrón de alimentación, estrés, falta de higiene, prácticas sexuales inadecuadas, uso continuo de antibióticos, diabetes no controlada hasta uso de ropa húmeda o apretada, entre otras.
Irritación en el área externa de los genitales, flujo vaginal de diferentes colores: blanco, amarillo o grisáceo, que puede generar picazón y mal olor, leve sangrado vaginal, dolor al orinar y durante las relaciones sexuales.
De no recibir tratamiento las infecciones vaginales pueden volverse crónicas, alterando la calidad de vida de las pacientes, ya que limita sus actividades diarias y sus relaciones íntimas. También pueden afectar la fertilidad e incrementar el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, asociarse a partos prematuros y bajo peso del bebé al nacer.