Por: Arturo Ramos, Business Head de región Andina de GeoPagos
La industria de pagos vive una ebullición sin precedentes tras la aceleración digital que potenció la pandemia, un fenómeno que ya muestra sus efectos en el mundo del retail. Junto con el crecimiento del e-commerce y el cambio de hábitos de los consumidores, se estableció un reto para los comercios: quienes no ofrezcan soluciones de aceptación de pagos robustas, flexibles y con una gran experiencia de usuario, pierden ventas y clientes.
En Argentina, a fines de 2019, solo un 7% de la población tenía una billetera virtual. Cuando finalizó 2020, ese número se había más que triplicado, llegando al 24%. En América Latina, el fenómeno es similar. Visa anunció en agosto que el 25% de los pagos que procesa en la región ya son sin contacto, con ratios de adopción muy altos en Chile (50%) o Colombia y Perú (40%). Del mismo modo crecen la adopción de QR y de tecnologías más novedosas como Tap To Phone, que convierten a un teléfono celular en una terminal de pagos.
Esta diversificación de los métodos de pago supone un desafío para el comercio mayorista y minorista, pero también una enorme oportunidad. Las plataformas digitales son el vehículo ideal para integrar beneficios, obtener información valiosa, generar historial de pagos, hacer más ágil el proceso de venta e incluso fortalecer la seguridad de cada uno de los pagos.
En Estados Unidos y Europa, esta tendencia lleva varios años. Walmart tiene su propia app de pagos -Walmart Pay-, con beneficios exclusivos y además una solución para comprar precios y obtener reembolsos en caso de encontrar precios inferiores en otras tiendas. Lo mismo la cadena Target, que también se sumó a la tendencia que llevan adelante marcas emblemáticas como Starbucks, Macy’s, Dunkin Dounts o CVS. Un caso singular es 7-Eleven, que combina su negocio de combustibles y tiendas de conveniencia en una sola aplicación. Uno de los problemas que buscaba resolver la compañía con su desarrollo tecnológico era el tiempo de espera en filas, y la aplicación les permitió suavizar esas fricciones. Lo mismo para YPF, la principal comercializadora de combustibles de Argentina, que integró en una misma aplicación su club de beneficios, el crédito para grandes consumidores y el pago con QR para automovilistas.
De igual forma, en Chile, SMU y Geopagos desarrollaron la solución Club Alvi de pagos para que los comercios y almacenes socios puedan ofrecer pagos con tarjetas, optimizando la gestión de su negocio y transformando la experiencia de compra de sus clientes.
Con la fidelización como objetivo, las principales cadenas de retail de América Latina seguirán lanzando sus propias plataformas de pago con beneficios tanto para sus clientes como para los países, en tanto este tipo de iniciativas además de ofrecer una experiencia de usuario mejorada, impacta indirectamente en la inclusión financiera de cada país.