Guía para padres: 3 alimentos que favorecen el crecimiento de los huesos
· El crecimiento y el desarrollo son fundamentales en las primeras etapas de la vida, ya que el 60% de la altura adulta se alcanza a los cinco años.
La alimentación de nuestros niños es vital para su desarrollo. Sin embargo, ¿sabemos cómo esto influye en el crecimiento de los huesos? Además de sufrir desnutrición, anemia, u otros problemas graves, una mala alimentación puede afectar el desarrollo de los huesos de nuestros hijos.
“Los niños que no reciben una nutrición completa y equilibrada durante periodos prolongados, sobre todo en etapas cruciales de su crecimiento y desarrollo, pueden sufrir carencias de nutrientes, retrasos en el crecimiento, deterioro del desarrollo cognitivo y debilitamiento de la función inmune”, indicó la Dra. María Isabel Vera, Gerente Médico de Abbott. Por ello, la Dra. Vera nos indica qué alimentos deben consumir nuestros hijos para que tengan un correcto desarrollo de sus huesos:
Pescados: Pescados como las sardinas son muy ricas en vitamina D y calcio. Otra opción es consumir salmón, pues 85 gramos de salmón rojo tienen la vitamina D suficiente para el día, además de aportar Omega 3.
Verduras: Espinaca, brócoli y col rizada son un buen ejemplo de verduras que debemos incluir en la dieta de nuestros hijos. Sus altos aportes de calcio, fibra y vitaminas las hacen ideales para asegurar un correcto desarrollo de los huesos.
Lácteos: La leche y los productos lácteos son las mejores fuentes de calcio. Leche, quesos o yogures son una gran opción para nuestros niños.
Almendras y legumbres secas: Frutos secos como las almendras, las semillas de girasol, la pasta de ajonjolí o las legumbres secas también brindan un importante aporte de calcio a nuestra dieta.
3 datos que todo padre debe saber
Asegurarnos de que nuestros hijos tengan un correcto desarrollo de sus huesos no depende únicamente de la alimentación ni de la genética, y la Dra. Vera nos explica 4 dudas sobre el crecimiento:
¿Cómo se determina la altura de un niño?
Muchas personas creen que esto está únicamente determinado por la altura de los padres. Sin embargo, la alimentación cumple un rol muy importante. La altura que un niño alcanza finalmente en la edad adulta es un resumen de todos los procesos que se llevan a cabo en la placa de crecimiento de los huesos largos. Los factores genéticos, como la estatura de los padres, son un determinante importante de la estatura de un niño, pero los factores del entorno, como la nutrición, especialmente en la infancia temprana, también pueden afectar el crecimiento de los huesos.
¿Por qué es importante el crecimiento óseo?
La malnutrición pediátrica se define como un desequilibrio entre las necesidades de nutrientes y la ingesta, que da lugar a deficiencias que pueden afectar negativamente al crecimiento, el desarrollo y otros aspectos relevantes. Sin una ingesta adecuada de nutrientes, los niños pueden correr el riesgo de sufrir importantes deficiencias inmunes, una función cognitiva comprometida, problemas de comportamiento, una disminución de la salud ósea y una reducción de la masa muscular, especialmente si la desnutrición es crónica o se ha producido un retraso en el crecimiento[i] [ii] [iii] [iv]
¿Qué pasa con los huesos durante el crecimiento?
Durante la infancia el cartílago de crecimiento madura, su anchura total disminuye y finalmente desaparece al final de la pubertad. Cuando se alcanza la madurez esquelética después de la pubertad, todo el cartílago es sustituido por hueso y se produce una fusión del cartílago de crecimiento, por lo que ya no se puede crecer más. Según indica la Dra. Vera, la identificación temprana y la intervención oportuna son fundamentales para ayudar a restablecer el crecimiento y el desarrollo normal. La nutrición es uno de los factores de entorno más importantes que influyen en el crecimiento y es especialmente importante durante la infancia temprana, ya que aproximadamente el 60% de la altura adulta se alcanza hacia los cinco años. Por eso es tan importante asegurarse de que el niño reciba los nutrientes adecuados desde que nace, para lograr un óptimo crecimiento óseo y desarrollo integral de todas sus funciones.