San Luis, 02 de septiembre. – Probó suerte en la natación por unas semanas, pero se enamoró del Para taekwondo cuando descubrió en sus piernas un don escondido. A ese talento innato le sumó esfuerzo físico y un mejor plan de alimentación. Ahora, Angélica Espinoza es la número uno del mundo, medallista de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
A sus 23 años, ella es tricampeona panamericana, medallista de oro en Lima 2019 y reconocida como la mejor mujer Para atleta de América por el Comité Paralímpico de las Américas (APC).
PLAN TOKIO 2020
Se trata de una profesional a tiempo completo, que aprendió a ser exigente con sus descansos, entrenamientos y alimentación. Incluso, días antes de partir a Japón, entrenó a doble turno en el Polideportivo 2 de la Villa Deportiva Nacional (VIDENA), administrado por el Proyecto Legado. Así, elevó su rendimiento al máximo, bajo el apoyo de un grupo de profesionales de la Federación Deportiva Peruana de Taekwondo.
Fue así como ha logrado combinar su velocidad y explosión para realizar dos patadas por segundo. Sumándose los giros de 360 grados que ahora aplica con gran facilidad y los saltos de hasta 42 centímetros que efectúa con el objetivo de contraatacar. Además, pulió su técnica de defensa, adquiriendo fuerza abdominal.
Cada movimiento de Angélica fue constantemente evaluado en el área de biomecánica de la VIDENA, por el especialista Ivan Basurto Zapata, para tener una mejor estadística del mejoramiento físico de la exponente nacional.
Precisamente, esa exigencia se mezcló con las proteínas, carbohidratos y suplementos, sugeridos por un nutricionista de la Federación de Taekwondo. Dejar de comer menos el pan y el pollo a la brasa que tanta ama, fue un duro reto para Angélica Espinoza, en el marco de su preparación para los Juegos Paralímpicos, en las sedes administradas por el Proyecto Legado.
La Para taekwondista pasó de pesar 36 a 46 kilogramos y, actualmente, su porcentaje de grasa corporal es de apenas 9.2 %. Su cuerpo se parece a la de una fondista: estructurado de puro músculo.
“Me siento bastante bien, porque he mejorado mucho. Sin duda, es importante tener una preparación en la VIDENA de Lima. Es el único sitio donde puedo entrenar, tenemos todas las comodidades y el área de competencia es precisa: 8 metros de largo y 8 metros de ancho, es un octágono. Además, hay implementos, sumado al gimnasio”, afirmó días antes de viajar a Tokio.
Desde los 19 años, Angélica Espinoza no para de cosechar triunfos para el Perú. Ella pasa por un excelente momento deportivo y lo ratificó subiendo a lo más alto del podio en Tokio 2020, luego de vencer en la final de Para Taekwondo a la turca Meryem Cavdar.
De esta manera, Perú suma su novena medalla en la historia de los Juegos Paralímpicos, después de 17 años. Hasta hace poco, el último peruano en conseguir una presea paralímpica fue Jimmy Eulert en Atenas 2004.
ASÍ LLEGÓ A TOKIO 2020
Angélica, quien nació con una discapacidad física congénita, ganó la medalla de oro en el Para Panamericano de Taekwondo 2021, desarrollado en México en junio. Días después, se consagró como la mejor del Asian Para Taekwondo Championships, palmarés que le permitió ubicarse en lo más alto de ranking mundial de Para Taekwondo.
El Proyecto Legado continuará trabajando de la mano con la Asociación Nacional Paralímpica del Perú (ANPPERÚ) y con las distintas federaciones, a fin de que los deportistas y Para deportistas entrenen y compitan en las sedes panamericanas y obtengan mejores niveles de rendimiento y eleven su competitividad.