Viaje en carretera del equipo de Fórmula 1 Red Bull Racing

Publicado el 17/06/21

Después de cruzar recientemente los Estados Unidos, atravesar las calles de Amsterdam y acelerar a través del puente del Bósforo en Estambul, la más reciente aventura de Red Bull Racing Honda, From Castle to Castle, vio al Red Bull Racing RB7 embarcar en un tour de alta velocidad entre la República Checa y Eslovaquia.

Empezando en el famoso Castillo de Praga y cruzando a toda velocidad el Puente Carlos, el tour tuvo al 13 veces ganador del Gran Premio David Coulthard manejando a través de los escénicos viñedos de la región de Moravia siguiendo hasta Bratislava, la hermosa capital de Eslovaquia; no sin antes dirigirse al Aeropuerto Poprad-Tatry para el mejor espectáculo de velocidad versus un avión: una carrera contra el Campeón Mundial del Red Bull Air Race 2018, Martin Šonka.

Sin embargo, no fue una carrera común entre dos expertos de la velocidad. Mientras que el RB7 llegaba a su máxima velocidad en la corta pista de una manera convencional, Šonka giró su avión Extra 300R boca abajo para un vuelo invertido a toda marcha, ¡no apta para cardíacos! El avión se encontraba a unos metros sobre el carro de F1 a una distancia en donde ambos pilotos podían verse a los ojos.

Coulthard, ex piloto de Red Bull Racing, dijo: “Lo mejor de esta película es que es totalmente real. Cuando el avión está unos metros por encima del RB7 y boca abajo, eso es real, esa es la habilidad de Martin. Es un profesional de lo más alto en su categoría.”

“Realmente disfruté el hecho de tener la oportunidad de mostrar el carro de Fórmula Uno a través de diferentes países y aquí en República Checa y Eslovaquia estamos en calles adoquinadas, pistas polvorientas y un hermoso paisaje en las montañas. La experiencia ha sido increíble y From Castle to Castle ha sido como un viaje de descubrimiento para mí, así como una demostración de lo que un carro de F1 puede hacer fuera de la pista “.

Šonka agregó: “Ambos tenemos una visión muy limitada desde nuestras cabinas y para volar a un nivel tan bajo e invertido, más o menos necesito mirar hacia el frente para poder controlar la altura del avión. El conductor también tiene que mirar hacia el frente, pero debido a la sujeción de cabeza y cuello que usan los pilotos de F1, no puede mirar hacia arriba. Así que resolvimos el problema colocando un pequeño espejo frente a él para que pudiera verme mientras miraba al frente. Fue increíble volar en una formación así. Además, soy un gran fan de la Fórmula Uno, así que ver el auto tan cerca de la cabina de mi avión fue algo realmente especial.”