Viernes, 22 de Noviembre del 2024
Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silvana Vargas, destacó que el peruano de a pie debe ser el centro del interés de la innovación
En el marco del tercer día de exposiciones por la Semana Nacional de la Innovación 2021, Silvana Vargas, Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, señaló que no es posible hablar sobre innovación social sin inclusión social. El peruano de a pie debe ser el centro de interés y preocupación de los innovadores, buscando impulsar la transformación digital que traiga mejoras y oportunidades a las personas.
“Estamos comprometidos con la innovación y no se podría hablar de innovación si esta no connota un esfuerzo por la inclusión social, la cual se entiende como el conjunto de esfuerzos y acciones que se despliegan para que independientemente al entorno que haya visto nacer a las personas se generen oportunidades para el desarrollo de sus capacidades y la generación de oportunidades”, sostuvo la ministra durante la plenaria de la jornada titulada “Desafíos de la innovación social de cara al siguiente quinquenio”.
Silvana Vargas consideró que la innovación es relevante en esta época en la que las diferencias sociales se han visto recrudecidas por la crisis económica y sanitaria que nos trajo la pandemia del COVID-19: “Nosotros entendemos la innovación social como el proceso orientado a oportunidades de bienestar desde la mejora continua y la adaptación de procesos y bienes que podemos otorgar a la población a la que nos debemos”.
LA INNOVACIÓN SOCIAL COMO UNA TAREA DE LARGO ALIENTO
En este sentido, César Buenadicha, jefe de la Unidad de Discovery en BID LAB, Laboratorio de Innovación del GRUPO BID, apoyó lo expuesto por la ministra Vargas, al considerar que la innovación social debe trabajar por la inclusión de poblaciones vulnerables y no solo porque realmente estén encantados con los proyectos o emprendimientos propuestos.
Es por ello que desde el BID vienen poniendo en práctica su visión 2025, que se centra en 3 objetivos de mediano plazo como la reactivación del sector productivo, la promoción del progreso social y el fortalecimiento de las instituciones y la buena gobernanza. A ello se suman cinco prioridades de corto plazo como son las Pymes y sus emprendimientos, la integración regional, las nuevas tecnología y digitalización, la crisis climática, así como el género y la diversidad.
“Nuestra visión 2025 responde a la situación de la región, creo que estamos muy alineados a lo que esta demanda hoy en día. La realidad nos muestra que no podemos estar solos, sino que debemos trabajar de la mano con los inversores de impacto, los jóvenes, la sociedad civil y las universidades”, agregó.
UNA DEUDA CON LA REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
Como parte del análisis en el plenario ‘Desafíos en la innovación social de cara al siguiente quinquenio’, Úrsula Harman, consultora e Investigadora en el campo de la ciencia, tecnología y sociedad, señaló que existe una deuda desde la competitividad y el crecimiento económico con la reducción de las desigualdades sociales. Aunque destacó los esfuerzos por pensar en las demandas o necesidades sociales y ambientales como oportunidades de innovación.
“La mirada de la innovación inclusiva es importante para considerar a los diferentes grupos que los modelos de innovación tradicional no consideran”, comentó Úrsula Harman.
Por otro lado, Víctor Suárez, jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), resaltó que la innovación siempre ha sido necesaria en el sector sanitario, debido a que ampliaría el acceso de las personas a estos servicios: “A veces sucede que tenemos las tecnologías en el país, pero hay una brecha de implementación. Una diferencia entre lo que podríamos hacer y lo que tenemos ahora”.
Finalmente, Ángela Acevedo, viceministra de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, resaltó la lucha que se viene liderando desde el Estado para resolver el problema de la desigualdad en el país: “Cuando estamos en el sector público tenemos que buscar soluciones a problemas con los recursos que tenemos, incluso enfrentando problemas estructurales”. Consideró que nunca –como ahora, con la pandemia del COVID-19– la brecha de acceso a servicios básicos fue tan evidente, lo que representa un llamado a los innovadores a plantear propuestas y desarrollarlas por el bien del país.
