Final se jugará el próximo 11 de Julio en Wembley
La Eurocopa, que comienza este viernes en Roma con el duelo inaugural Italia-Turquía (19h00 GMT), se prepara para ser una fiesta del fútbol europeo, con estadios parcialmente abiertos al público pero también con prudencia ante la pandemia de Covid-19.
Este torneo debía haberse disputado en 2020, pero el coronavirus obligó a retrasarlo un año y, en cierta medida, ha condicionado la puesta a punto para esta edición de 2021.
España y Suecia, que se enfrentan el lunes, se han visto salpicados por controles positivos en los últimos días, lo que ha supuesto un recordatorio de que en cualquier momento puede haber sobresaltos tras los test PCR, pese a los protocolos preventivos.
De hecho, este viernes fue la selección de Rusia la alcanzada por el covid-19 con el caso positivo del extremo Andrei Mostovoi, quien ya ha sido reemplazado en la convocatoria por Roman Evgenyev.
Final en Wembley
La meta para los organizadores es la final de Wembley, en Londres, el 11 de julio. Allí la UEFA espera una presencia más amplia de público, para coronar un torneo que se disputa en un formato inédito, repartido en once ciudades-sede de diferentes países, lo que supone un reto logístico especialmente con la situación sanitaria actual.
“¡Comienza!”, coincidieron este viernes The Times y The Guardian en Gran Bretaña sobre el esperado evento, mientras que el diario español Sport optó por “La Eurocopa de las estrellas”.
“Abajo las mascarillas”, se atrevió a titular Le Corriere dello sport. “No es una invitación a la transgresión, sí a mostrar la cara más auténtica y nueva del país, así como la del equipo nacional que le representa”, matizó.
Le Corriere della Sera habla de “un país con un gran necesidad de estar finalmente contento”. “No será un torneo como los otros, habrá problemas a resolver, pero otros aspectos serán más bonitos”, añadió.
El estadio Olímpico de Roma podrá albergar este viernes entre 15.000 y 16.000 espectadores, un 25% de su aforo total.
En la capital italiana, dos pantallas gigantes se han colocado en la Piazza del Popolo, así como otras instalaciones destinadas a los fans, deseosos de recuperar las sensaciones del viejo fútbol después de más de un año relegados a ver los partidos por televisión.