De acuerdo a lo publicado por APESEG (Asociación Peruana de Empresas de Seguros), el Reglamento Nacional de Tránsito es muy claro. Si una persona se encuentra conduciendo un vehículo que no tiene SOAT -Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito- o no lo tiene vigente; es susceptible de que se le aplique una multa económica e incluso corresponda la retención del vehículo. EL SOAT, recordemos, es el seguro que desde la promulgación de la Ley General de Transporte indica que es obligatorio al transitar con un vehículo por el territorio del país. El objetivo de dicha obligatoriedad, tuvo como principal razón el lograr que los conciudadanos cuenten con cobertura médica en caso de un accidente con lesiones y/o muerte.
Sin embargo, se estima que el 40% del total del parque automotor no posee un SOAT contratado. Y si pensamos en el respaldo de un seguro para el auto, se estima que dicha cifra ronda el 77% sin la cobertura de los vehículos.
De acuerdo a la Sunarp (Superintendencia Nacional de los Registros Públicos) durante el año 2020 se recibieron más de 12.000 registros de autos robados. Ahora, porqué es importante este dato. Como dijimos, el SOAT cumple un fin más bien social. Pero qué ocurre con los daños en los vehículos. O más precisamente, qué sucede cuando no se trata de un accidente, sino de un hecho de robo del vehículo. Nada, el ciudadano queda desprotegido si no cuenta con la cobertura de los vehículos, y deberá afrontar de su propio bolsillo los costos del daño en el vehículo, o incluso intentar comprar uno nuevo en caso de sustracción. Y sabemos lo difícil que puede resultar esto, más aún en un contexto donde la economía ha sufrido más de la cuenta debido a la pandemia global del Covid 19.
A modo de ejemplo, podemos citar que la APP, Asociación Automotriz del Perú, señala que la venta de auto nuevos cayó en el país un 25% respecto al año 2019, sin embargo este número es menor a lo ocurrido en otros países de la región como Ecuador, que tuvo una caída del 35%, Chile que cayó un 30% o inclusive Colombia, con una disminución de poco más del 28%.
Los indicadores del negocio nos muestran que si bien es un mercado golpeado a nivel regional y global, la idea de contar con el seguro del vehículo se encuentra más vigente que nunca. No sólo por la obligatoriedad según el caso, sino por el contexto económico y las estadísticas en los registros de autos robados que impacta de sobremanera.
Por ello, además de seguir las recomendaciones de la PNP, a través de su División de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos, para evitar ser presa fácil de la delincuencia, es mejor estar preparado y contar con la cobertura del vehículo.
Hoy, gracias al avance de la tecnología y la digitalización de las empresas es mucho más fácil revisar las diferentes opciones de contratación. El hecho de que casi 2 de cada 10 vehículos circulando no cuente con una protección puede significar un daño muy grande para la economía, o incluso para los proyectos de un grupo familiar si, imprevistamente, debiera enfrentar el costo de adquisición de un nuevo vehículo.
Es por eso que, en este contexto, donde los riesgos son grandes, y las empresas tienden mediante la digitalización a la búsqueda de la eficiencia, como un motor que logre acercar propuestas a sus potenciales clientes. Una buena oportunidad para evaluar alternativas y elegir la opción que mejor se ajuste a la economía de cada hogar.