Lunes, 18 de Noviembre del 2024
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Cuatro claves para la recuperación de las empresas hoteleras y turísticas en los siguientes meses

Publicado el 22/04/21

Cuatro claves para la recuperación de las empresas hoteleras y turísticas en los siguientes meses

 

Lima, abril del 2021.- La pandemia ha tenido un impacto en la actividad turística a nivel mundial. En nuestro país aún sigue latente desde el primer momento, y si bien las empresas trataron de responder de manera inmediata, tuvieron que hacerlo adaptándose a las nuevas circunstancias y siguiendo estrictamente los protocolos establecidos. Sobre todo, los establecimientos hoteleros.

Mónica Lovera, docente de la carrera de Administración de Negocios Hoteleros y Turísticos de la Universidad Le Cordon Bleu, señala que “En nuestro país, el impacto de la pandemia ha afectado a las empresas de turismo en general, tanto a las que proporcionan servicios para turismo interno como para las que están orientadas al turismo receptivo. Según un artículo del diario Gestión, aparecido en marzo del 2021, casi el 50% de agencias de viaje tuvo que cerrar frente a esta situación y se habla de casi 5 millones de empleos perdidos durante el 2020.”

Con el 2021 aún incierto el gobierno hace esfuerzos para reactivar las actividades de las empresas más afectadas del sector y que en su mayoría son pequeñas y microempresas. Para hacerlo es importante reconocer primero cuáles son los cambios que se están dando desde la demanda para empezar a adaptar la oferta a las nuevas necesidades.

“Hay tendencias que antes de la pandemia habían empezado a marcar una diferencia, como aquellas orientadas en la experiencia principalmente. Hoy, en este contexto de pandemia esas tendencias se están afianzando y están perfilando una demanda muy particular respecto no solo al tipo de servicio a recibir sino, sobre todo, respecto a la experiencia que desean vivir. En ese sentido, las empresas deben invertir este tiempo para conocer cuáles son esos requerimientos, ver la evolución del mercado y a partir de ahí tomar las mejores decisiones para lograr su permanencia en el mismo”.

En ese sentido, Mónica Lovera señala algunos aspectos que las empresas hoteleras y turísticas deberían considerar dentro de su reactivación:

  • El turismo de naturaleza: Mucho se habla del nuevo turista de naturaleza, sobre quienes van a buscar destinos cercanos de fin de semana o dentro de la región. Este tipo de público es aquel al que la pandemia lo ha llevado a repensar su estilo de vida y a permitirse un momento consigo mismo en contacto con la naturaleza. Esta tendencia nos habla de un turista que busca lo local, lo autóctono, una experiencia personal que se sume a esa etapa de redescubrimiento. Para ello, los negocios deben enfocarse en la preparación de sus productos para adaptarlos a estas nuevas necesidades y en la capacitación de su personal en el desarrollo de habilidades blandas para poder “conectar” con este nuevo cliente.
  • Reactivarse de manera sostenible: Sabemos que en el mundo no hay una práctica de turismo del todo sostenible. Este momento debe servir para pensar en ese aspecto y rediseñar los procesos y productos, pensando en el mayor beneficio para todos, incluyendo el medio ambiente y la comunidad receptora donde se desarrolla la experiencia turística. Asimismo, este cambio incluye promover los negocios o iniciativas locales de manera responsable, sensibilizar al personal de la empresa y a todos los actores que forman parte de esta cadena comercializadora, para minimizar los impactos negativos.
  • Diversificar la oferta: Es importante descentralizar la práctica y llegar a otros lugares. Hemos estado centrados mucho tiempo en el turismo receptivo, y en el turismo en regiones del sur. Este contexto nos lleva a pensar en otros destinos potenciales y a desarrollar un turismo especializado orientado a la naturaleza, la aventura, el bienestar o la gastronomía, explorando esta última a través de rutas gastronómicas desarrolladas para un mercado nacional. Pero, para lograrlo, es necesario sensibilizar primero a todos los actores para que su involucramiento sea responsable desde todo punto de vista.
  • Reinventarse con una mirada innovadora: En esta nueva normalidad el liderazgo emocional podría marcar la diferencia para lograr mejores resultados. Para ello, primero, se deberá aprender a gestionar las emociones personales para luego identificarlas en el otro y lograr así una comunicación empática con todo y con todos. Es justamente esta mirada empática la que la actividad turística demanda y debe promover en este nuevo momento.

Finalmente, esta nueva forma de gestión emocional es muy importante porque permite mostrar lo mejor de uno como líder, como empresa y como gestor, e involucrar en esa mirada al personal y las personas que trabajan y forman parte de esa cadena comercializadora.

 



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