Reflexión de Albert Bourla cuando se cumple un año de la declaración de la pandemia por COVID-19
Un año. Es el tiempo que ha pasado desde que la Organización Mundial de la Salud declarase la COVID-19 Pandemia. A veces parece que este tiempo haya pasado en un abrir y cerrar de ojos. Otras, en cambio, es como si hubiesen pasado cinco años desde que vimos por última vez a nuestros seres queridos, fuimos al cine o tomamos un café con los compañeros de oficina. Pero independientemente de lo largo que se nos haya hecho, creo que todos estamos de acuerdo en que ha sido un año marcado por la pérdida, el aprendizaje y una sensación de liberación cercana.
La pérdida ha sido enorme. A fecha de hoy, los más de 117 millones de casos confirmados de COVID-19 han derivado en 2,6 millones de muertes en todo el mundo, aproximadamente. Es desgarrador. Y las pérdidas van mucho más allá del número de fallecidos. La cantidad de empleos destruidos, negocios familiares arruinados, días lectivos perdidos y tratamientos médicos pospuestos o cancelados son abrumadores desde el punto de vista emocional, físico y financiero. Es una pesadilla global sin precedentes de la que a veces sentimos que nunca despertaremos.
Pero en este camino hemos vivido un aprendizaje increíble, particularmente en el esfuerzo por desarrollar vacunas y tratamientos para hacer frente a esta trágica pandemia. Hemos encontrado nuevas formas de utilizar la tecnología, asociarnos con los organismos reguladores y realizar tareas de forma paralela, en lugar de secuencial, para que científicos y médicos desarrollasen los ensayos clínicos de nuestra vacuna contra la COVID-19 a una velocidad sin precedentes, sin comprometer seguridad ni calidad. Hemos visto cómo el ingenio humano resolvía problemas sobre los que ni siquiera habíamos reflexionado hace tan solo 12 meses. En Pfizer, esto supuso inventar nuevos contenedores térmicos para mantener nuestra vacuna a temperaturas extremadamente frías mientras está en tránsito, y salas llenas de equipos nuevos e innovadores que ni siquiera existían el 11 de marzo de 2020. Vi estas máquinas por primera vez con mis propios ojos cuando recibimos al presidente Biden en nuestras instalaciones en Kalamazoo, Michigan, hace tres semanas, y fue un momento de gran orgullo, asombro y alegría.
Todos los que formamos parte de la industria farmacéutica hemos aprendido lo poderosa que es la colaboración. Los acuerdos entre Pfizer y BioNTech, y entre Moderna y los Institutos Nacionales de Salud, fueron clave para que se llegasen a entregar las dos primeras vacunas de ARNm del mundo. No solo las dos primeras vacunas de ARNm para combatir la COVID-19, sino las dos primeras vacunas de ARNm en general. Y ahora, la colaboración entre Johnson & Johnson y Merck para la fabricación incrementará aún más el número de dosis de vacunas entregadas mundialmente.
Gracias a este aprendizaje, llegamos a este primer año de pandemia con la sensación de que el fin está en el horizonte. Estamos viendo datos alentadores de la práctica clínica real en Israel y otros países sobre nuestra vacuna. Gracias a la colaboración público-privada, la vacuna está comenzando a llegar incluso a los países con menos recursos, como Ruanda, donde las primeras dosis llegaron la semana pasada. A medida que las vacunas van llegando, se puede ver, escuchar y sentir la esperanza. Es el tipo de optimismo renovado que uno experimenta a menudo en la primavera, pero esta vez se trata de algo más que dejar atrás un invierno frío, se trata de sobrevivir a uno de los peores momentos de la historia.
Pero aún no estamos totalmente fuera de peligro. Por eso, Pfizer respalda las recomendaciones de las autoridades sanitarias de todo el mundo para permanecer alerta los próximos meses. Tenemos que seguir usando las mascarillas, mantener la distancia física y lavarnos las manos con frecuencia hasta que se haya vacunado al número suficiente de personas para alcanzar la inmunidad colectiva. Y no cejamos en lo que respecta a nuestra ciencia: estamos comenzando ensayos con dosis de refuerzo para abordar las nuevas cepas y variantes de un virus en constante evolución, realizando estudios en grupos más amplios, como embarazadas y niños, y promoviendo terapias antivirales para ayudar a los pacientes que luchan contra la COVID-19.
En solo 12 meses, hemos hecho posible lo que parecía imposible. Y ahora tenemos una tarea igualmente importante, desafiante, pero alcanzable. Cuando hayamos superado esta pandemia, debemos tener presente todo lo que hemos aprendido este año para asegurarnos de estar mejor preparados si vuelve a suceder. Así honraremos la memoria de nuestros seres queridos y nos aseguraremos de que la ciencia ganará.
TRANSCRIPCIÓN DE VIDEOS DE LA DRA. GRACIELA MORALES
Pregunta: ¿Qué nos podría compartir sobre la seguridad y eficacia de la vacuna de ARNm?
Respuesta: La industria farmacéutica tuvo claro desde el día 1 que tiene un rol crítico en esto y ha estado trabajando arduamente desde entonces en la búsqueda de soluciones. Entendimos que era la llamada a buscar alternativas rápidas pero eficaces y seguras y poner todo el potencial tecnológico y científico en función de esto.
En la lucha contra el Covid-19 la vacuna ha sido definitivamente una herramienta preventiva fundamental para afrontar la crisis sanitaria mundial disminuyendo las tasas de infección, las tasas de enfermedad y muerte. Desde Pfizer aprovechamos décadas de experiencia científica para que nuestra vacuna contra el Covid-19 estuviera disponible en tiempo récord y de forma segura. Esto fue gracias a muchos factores, entre ellos el fortalecimiento del ecosistema de investigación y desarrollo; años y años de estudio y experiencia que nos han permitido poner a disposición de los pacientes la primera vacuna en el mundo con una eficacia comprobada del 95% y que ya está teniendo experiencia en el mundo real en algunos países donde ya se está documentando el impacto que esta vacuna está haciendo en el control de esta pandemia.
Definitivamente esta pandemia ha sido muy dolorosa, nos ha puesto a prueba a todos y nos ha recordado el valor de la salud. Creo que hoy más que nunca se ha reconocido el valor de nuestros profesionales de la salud: médicos, enfermeras y demás personal que han estado atendiendo la pandemia desde la primera línea. Nuestro reconocimiento para todo ellos.
También esta pandemia ha sido uno de los desafíos más importantes que hemos enfrentado en los últimos años y nos está dejando también aprendizajes enormes y mensajes muy claros que solo uniendo las capacidades de todos los sectores podemos salir adelante y desde ya estar preparados a cualquier escenario.
Pregunta: ¿Cómo siguen avanzando en los estudios clínicos de la vacuna?
Respuesta: Tenemos muy buenas noticias: nuestro plan de desarrollo clínico sigue avanzando, sigue caminando muy bien. Actualmente estamos corriendo estudios en personas de 12 a 15 años buscando indicación en grupos menores de edad. Sabemos que la población pediátrica también necesita evidencia científica para poder tener recomendaciones a futuro y también hemos iniciado un estudio para evaluar seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad en mujeres saludables en condición de embarazo, en mujeres adultas de 18 años en adelante. Estos resultados de estudios clínicos serán oportunamente revisados por parte de las entidades regulatorias en cada país para evaluar si esta evidencia científica respalda el uso de esta vacuna, de nuestra vacuna contra el Covid-19 en estas poblaciones.
Esto es algo que Pfizer tenía en agenda desde el inicio de su programa de desarrollo y estamos esperando tener resultados en adultos para ir explorando poblaciones adicionales como mujeres embarazadas y poblaciones pediátricas.
Asimismo, también estamos enfocados en evaluar el impacto de las variantes del virus Sars Cov 2 sobre nuestra vacuna para Covid-19. Estamos realizando estudios in vitro, están saliendo algunas publicaciones, como se van dando algunos cambios o mutaciones en el virus pues nosotros seguimos haciendo estos análisis in vitro para saber la capacidad de neutralización del virus que tiene la vacuna en estas variantes. Hasta ahora los resultados que ustedes han visto publicados son muy positivos y queremos conocer si esta respuesta in vitro también tiene muy buena respuesta inmunológica contra estas nuevas variantes y hay datos que ya están saliendo como evidencia del Reino Unido, evidencia de Israel, que ha sido positiva y que nos demuestra que esta neutralización que vemos también tiene un efecto en el mundo real una vez que la vacuna se aplica.