CARTA ABIERTA
Señor Presidente de la República del Perú
Ing. Francisco Sagasti Hochhausler
De nuestra mayor consideración:
Esta pandemia ha sido muy dura para nuestro país, pero aún con su inclemencia, nos ha dejado lecciones de las que podemos aprender. En agosto del 2020, el Ministerio de Salud publicó un informe donde daba cuenta que el 85% de los fallecidos por COVID-19 padecía obesidad, el 43% diabetes, y el 27% hipertensión.
El deporte y la actividad física son aliados de la prevención. Como representantes del sector deportivo, específicamente de las academias de natación, contamos con más de sesenta años dedicados a la enseñanza, formación de deportistas de alto nivel, y rehabilitación de cientos de miles de peruanos. Los estudios científicos respaldan que la natación combate todas las comorbilidades que nos hacen vulnerables frente a la COVID-19.
La salud mental y la fatiga pandémica que azota a nuestro país ante la incertidumbre y el temor, también debe ser combatida de manera eficiente. Son apenas un puñado de distritos los que tienen acondicionados parques, malecones y áreas verdes, que les permitan a los ciudadanos practicar deporte de manera eficiente. En medio, además, de una ola de inseguridad ciudadana, los espacios controlados somos una opción segura para miles de peruanos sin acceso al mar, al parque o a sus terapias físicas. Las academias formativas y terapéuticas decimos presente para ser aliados de la salud física y mental, en espacios controlados y supervisados, con los más estrictos protocolos de bioseguridad.
La natación es un deporte privilegiado, pues se practica en un ambiente inocuo ante la COVID-19 según los estudios respaldados de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El virus no se transmite por el agua y los niveles de cloro y pH de las piscinas (reguladas por la normativa nacional), desactivan el virus de manera inmediata.
Fuimos relegados a la última fase de la reanudación de actividades durante la primera ola. De los últimos doce meses, apenas hemos podido trabajar cuatro. Cuando empezábamos a recuperarnos de esta catástrofe económica, viene este abrupto cierre que nos deja al borde de la quiebra. Hoy alzamos nuestra voz para pedir que se nos considere como aliados y que se nos permita trabajar reafirmando nuestro compromiso con la salud y seguridad de todos los peruanos. No permitamos que más peruanos se encuentren en situación de vulnerabilidad por el sedentarismo y la poca accesibilidad. Aprendamos de las lecciones.
Atentamente,
Asociación Peruana de Academias de Natación-APACNAT