Mia Farrow era reticente a participar y a indagar en su relación con Woody Allen.
Vestía una sudadera andrajosa negra, que los realizadores, Kirby Dick y Amy Ziering, interpretaron como una muestra de resistencia pasiva y, a su vez, agresiva. Cuando accedió a grabar, por petición expresa de su hija Dylan, Ziering le dejó una blusa de seda y alguien aportó una camiseta.
Esa entrevista es uno de los puntos de partida de la docuserie en cuatro capítulos que HBO estrena este domingo en Estados Unidos.
Su título resume uno de los conflictos de pareja más célebres y visitados de los últimos años en el mundo de las celebridades:Allen vs. Farrow .
“Es de lo que más me arrepiento en mi vida”, sostiene ella sobre su relación con el director de Manhattan .
“Una persona que no tiene lealtad a la verdad puede hacer cualquier cosa”, afirma sobre su excompañero.
“Una persona que puede hacer cualquier cosa es alguien del que estar asustada”, añade.
El trabajo de los reconocidos documentalistas Dick y Ziering desarrolla una extraordinaria investigación alrededor de la acusación de abusos sexuales de Dylan Farrow contra su padre adoptivo cuando ella tenía tan solo siete años.
Según el juez Elliot Wilk, que presidió el tribunal de la Gran Manzana sobre la custodia de los hijos, “probablemente nunca sabremos que ocurrió aquel 4 de agosto de 1992”.
Pero en esta serie se desarrolla una convincente argumentación de que Allen realmente abuso de Dylan. Otros acusan a sus realizadores de estar solo interesados en dictar su propia condena. Allen siempre lo negó todo. Tras dos investigaciones, en Connecticut y Nueva York, la justicia descartó presentar cargos.
En sus inicios fue una de las relaciones de pareja más festejadas en Hollywood.
Convivieron durante doce años, aplicando eso del living apart together : juntos pero cada uno en su casa. Jamás se casaron. Realizaron trece películas juntos. Cuando se emparentaron, Mia tenía tres hijos biológicos (de su matrimonio con Andre Previn) y otros tres adoptados, entre estos Soon Yi, que sería luego la pieza clave de la amarga ruptura.
Farrow tenía la sospecha de que nadie la cortejaría con tanta carga familiar. Pero Allen aceptó. Tuvieron otro hijo –el hoy escritor y periodista Ronan Farrow– y adoptaron dos más, Dylan y Moses.
“Me enseñó su Nueva York”, rememora ella. “Todo era romanticismo en ese periodo”, reconoce. De un apartamento al otro, separados por Central Park, se hacían señales de luz.
Todo ese mundo se hundió cuando Mia descubrió que Woody tenía sexo con Soon Yi, entonces en la universidad. Ella, que se casó en 1997 con Allen, el propio Allen y Moses, se han negado a participar en esta producción.
Fuente La Vanguardia, Francesc Peiron.
Foto andina.pe