Jueves, 19 de Diciembre del 2024
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Campeon del Mundo de Snowboard, un poco de historia del español Lucas Eguibar

Publicado el 14/02/21

Lucas Eguibar, Luki , a sus 27 años no está entre los deportistas españoles que reconozca el gran público aunque ya haya sido el abanderado español en unos Juegos Olímpicos de Invierno (los de Pieonchang 2018, en Corea del Sur). Puede pasearse por su Donosti natal sin que le acosen los cazadores de autógrafos y, sin embargo, desde el jueves es el único campeón mundial que ha dado este país en snowboard.

Ahora, el rider del Movistar SBX Team deberá buscar un hueco en su piel para grabarse el que ha sido el logro más importante de su carrera deportiva, el Mundial de snowboard cross de Idre Fjäll (Suecia) en el que logró el oro en un increíble descenso en el que hubo que echar mano de la photo finish para demostrar que había adelantado tanto al gran favorito, el austriaco Alessandro Hämmerle, que había sido el mejor en todas las bajadas previas, como al canadiense Eliot Grondin.

Lucas Eguibar es un apasionado de los tatuajes. Luce más de treinta en su piel. El primero se lo hizo en Los Ángeles, a los 17 años, cuando había ido a ver una competición de su especialidad. Tres de los tatuajes que tienen un mayor significado para él son los de sus dos hermanos, los de sus abuelos, Angelita y Antonio, que fallecieron justo después de los Juegos Olímpicos del 2018 –de los dos el más laborioso fue el de su abuela, 3h30m, porque era un retrato de ella– y una frase a modo de recordatorio y estímulo que se grabó a fuego lento en su pecho y en la que se puede leer: “Recuerda que tu llama interior, por muy pequeña que sea, nunca se apagará”.

Como todos los practicantes de deportes minoritarios Eguibar no lo ha tenido nada fácil. Hasta los 14 años practicó esquí alpino pero fue en el snowboard donde encontraría la pasión que ha guiado y guía su vida.

Una vida que en el 2014 dio un giro inesperado del que salió bien pero que le puso a prueba muy duramente. A poca distancia de su casa, el hermano mayor de Lucas, Nicolás, con el que está muy unido, chocó con su moto contra un turismo detenido. Sufrió una hemorragia intracraneal, un coma inmediato y estuvo varios días en estado crítico. Faltaban pocos meses para el debut de Lucas en los Juegos de Sochi. Lucas (entonces con 21 años y su hermano con 24) se abandonó; renunció a entrenar y perdió las ganas hasta de comer.

Al cabo de unas semanas Nicolás despertó del coma. Entre los dos hermanos se propusieron compartir un sacrificio que les iba a unir más. Nicolás pelearía por su rehabilitación acumulando horas y horas de trabajo para recuperar su movilidad (no la ha recuperado toda) y Lucas dedicaría horas y horas a entrenar para ser número 1 en el snowboard. Ese esfuerzo entre hermanos quedó plasmado en un cortometraje premiado en certámenes de cine: Gigantes Paralelos . Lucas fue diploma olímpico en Sochi (séptimo). Ahora ya es campeón del mundo.

Fuente: La Vanguardia, articulo de Carlos Novo

Foto Agencia EFE



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