Por Daniel Scarafia, gerente general Sudamérica
Hitachi Vantara
Las tecnologías digitales se han convertido en un verdadero salvavidas para que el mundo no se detenga, desde hace un año que empezó la pandemia. Las compañías tecnológicas no sólo hemos sido un aporte clave para esto, sino que también somos pioneras en la implementación del teletrabajo como un valor y parte de nuestras culturas organizacionales.
Los avances tecnológicos han hecho posible que esta metodología pueda extenderse a la mayor parte de las empresas e instituciones, sin importar su tamaño ni desarrollo.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que, durante el 2020, a nivel mundial, el tráfico en sitios web y usos de aplicaciones relacionadas con el teletrabajo aumentó más de 324%. En el análisis se tienen en cuenta incluso plataformas como Zoom o Google Meet.
Ello demuestra que, tanto las empresas como los trabajadores, han tenido que adaptarse a este nuevo escenario, ya que la vida misma ha cambiado. Toda la familia en casa, alternar horarios para cubrir las necesidades de los hijos, e incluir en esta rutina el trabajo diario que antes hacíamos en la oficina. En definitiva, conciliar la vida laboral y familiar particularmente en estos tiempos tan especiales.
El estudio de CEPAL también precisa que los sectores productivos con mayor potencial y condiciones para adoptar más y mejor teletrabajo apoyado por las tecnologías de colaboración son: servicios profesionales, científicos y técnicos, con 85% de probabilidades; seguidos de la educación, con 62%; finanzas y seguros, 80%; bienes raíces, 60%; y los medios de comunicación con 53%.
La necesidad de seguir adelante, y la gran disponibilidad de tecnologías de colaboración y creación de ambientes virtuales de trabajo remoto para empresas, aceleró a nivel mundial una tendencia que ya se venía imponiendo desde hace un tiempo. Un cambio de mentalidad sobre la manera en que se conciben los negocios y la productividad. Pero ¿cuán preparados estamos para esto?
Mucho se ha hablado de los beneficios que tiene el teletrabajo para las empresas en cuanto a la reducción de los costos operativos y el aumento de los ingresos y la productividad. Como ejecutivos se nos plantea un enorme desafío por delante: ¿cómo poner a disposición los recursos, los datos, y fomentar las potencialidades para que esto ocurra? ¿Cómo mantener la rueda girando y el negocio funcionando en épocas de aislamiento?
En estos tiempos, donde la salud se antepone a todo, es indispensable reevaluar las políticas de trabajo remoto, los procesos y la disponibilidad tecnológica.
Muchas veces creemos que lo técnico es más fácil de resolver. Es cierto que hoy en día el acceso a soluciones en la nube facilita las cosas, sobre todo a pequeñas y medianas empresas, donde contar con infraestructura propia es mucho más costoso. Sin embargo, es un aspecto que requiere ser analizado para poder democratizar el acceso para todos.
Asimismo, la seguridad se transforma en un aspecto clave para las organizaciones, poner en conocimiento y trabajar sobre los protocolos de acción e implementación de prácticas seguras, no descuidar el factor humano que es lo esencial en estos momentos, pero al mismo tiempo garantizar la protección y seguridad de los datos que son la base de nuestros negocios.
Durante 2020 el escenario sorprendió, y en algunos casos golpeó a muchas empresas. Asumimos la situación, nos comenzamos a adaptar, y de una u otra manera logramos salir adelante.
En 2021 el escenario ya lo conocemos, y tenemos la experiencia del año anterior. Estamos en condiciones de tomar esas vivencias, junto con el aporte de las tecnologías, de tal forma de consolidar, mejorar y aumentar el teletrabajo.
Nuestra oportunidad para este año es consolidar la nueva realidad, profundizando las plataformas tecnológicas, mejorando la calidad, ampliando la cobertura y generando nuevas oportunidades de desarrollo.
Marcarán la diferencia aquellas organizaciones que puedan generar un entorno de trabajo que valore esto, y que rápidamente busquen la mejora continua en personas, procesos y tecnologías, de tal modo de fortalecer nuestras empresas y negocios.