Lunes, 18 de Noviembre del 2024
Un virus complicó la cardiopatía aguda del técnico, ingresado desde hacía dos semanas
El exjugador y exseleccionador argentino Alejandro Sabella murió este martes a los a los 66 años por un virus intrahospitalario que complicó una cardiopatía aguda. Estaba internado desde el 25 de Noviembre, pero su salud había empeorado desde el sábado.
Sabella no andaba bien de salud. El día de su ingreso hospitalario, el IBCA, Instituto Cardiovascular, informó que padecía “una cardiopatía dilatada secundaria a enfermedad coronaria y cardiotoxicidad”, habiendo ingresado con “shock cardiogénico e infección previa”.
Dirigió a Messi, a quien definió como Picasso
Dos semanas después del adiós de Diego Armando Maradona, técnico de la albiceleste en el Mundial 2010, falleció Sabella, quien dirigió al país a la final de la Copa del Mundo cuatro años después, perdida contra Alemania en la prórroga. Tras esa decepción en Brasil, no quiso volvió a entrenar, por más que no le faltaron ofertas.
Cuando Maradona dejó la selección argentina después de Sudáfrica, Sabella pudo darse el gusto de dirigir a Leo Messi y le dio vuelo a los que, por entonces, eran los cuatro fantásticos: Leo, Sergio Agüero, Ángel Di María y Gonzalo Higuaín. Condujo la mejor versión de la generación de subcampeones. Para ‘Pachorra’, apodo con el que era conocido, Messi era Picasso. De corte progresista, citó a Mahatma Gandhi, Manuel Belgrano, Perón y Saint-Exupery.
(FILES) In this file picture taken on June 21, 2014 Argentina’s then coach Alejandro Sabella looks on prior to the Group F football match between Argentina and Iran at the Mineirao Stadium in Belo Horizonte during the 2014 FIFA World Cup in Brazil. – Sabella, coach of the Argentine world runner-up in Brazil-2014, died on December 8, 2020 aged 66. (Photo by Juan MABROMATA / AFP).
Lo esencial era invisible a los ojos, decía el escritor y aviador francés. Sabella escondía detrás de su mirada a un tipo noble, leal. “Personas como vos nos dejan mucho más que glorias deportivas… Sos el orgullo de un equipo con corazón”, fue la leyenda del pasacalle que sus amigos le colgaron en la puerta de su casa de Tolosa cuando volvió del Mundial.
