Los gremios del Sector Salud afirmaron que un aumento en el presupuesto que se les asigna fortalecerá la atención que se brinda a los ciudadanos frente a la COVID-19 y la difteria, en el marco de la emergencia sanitaria nacional.
Mencionaron que las altas tasas de informalidad han sido citadas reiteradamente como explicación de la incapacidad en el Perú para frenar el avance de la pandemia de la COVID-19. Agregaron que el resurgimiento de la difteria representa otro síntoma de un sistema de salud con profundas debilidades estructurales.
“Los gremios estamos atentos a dialogar con la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, para alcanzar consensos sobre la informalidad laboral en el sector. Esto en beneficio de todos los peruanos, en especial para los de más bajos recursos y con dificultades de acceso a los servicios de salud”, sostuvo el secretario general de la Federación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (FENUTSSA), Arlex García.
La Ley n.° 31039, que beneficia a 30 mil trabajadores con contrato CAS y terceros del Ministerio de Salud, y 4000 CAS en EsSalud, se aprobó, por insistencia, en el Congreso de la República, con 115 votos a favor y uno en contra.
El Poder Ejecutivo demandó una legislación con base en su impacto presupuestal. La partida requerida por el nombramiento de trabajadores del Ministerio de Salud asciende a S/ 1391 millones, lo que evidencia un incremento presupuestal de apenas el 0.2% del Producto Bruto Interno (PBI). El costo total llega a S/ 2400 millones.
El gasto en el sistema de salud del Perú representa el 3.5% del PBI, mientras en Chile llega al 5%. Asimismo, en Argentina al 9.4% y en la Unión Europea, en promedio, al 9.9%.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, Alejandro Werner, subrayó recientemente que la inversión pública será fundamental para el rescate de la economía peruana. “Perú no enfrenta problemas de sostenibilidad fiscal”, aseveró.
La proliferación de contratos CAS y de “terceros”, que representan el 45% de los trabajadores de la salud, ha causado altos niveles de rotación de personal, en detrimento del sistema. En Estados Unidos expertos estiman que la pérdida por altos niveles de rotación de personal significa el 5% del presupuesto de la salud.
Los costos de rotación son directos: reclutamiento, orientación, capacitación y todo lo relacionado con el despido de trabajadores. Pero también indirectos: productividad disminuida, desconocimiento del personal, evasión de responsabilidades, presión psicológica y resultados de salud reducidos.
Datos:
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos recomienda el 10.1% y Naciones Unidas el 6% de inversión presupuestal en los sistemas de salud.
Los trabajadores con contratos CAS y locación de servicios representan el 45% del sector salud (113 539, cifra que ha aumentado en 2470 puestos entre agosto y octubre últimos). Para septiembre, 37 739 trabajadores de la salud habían sido infectados con COVID-19, de un total de 249 259 profesionales (15%), según cifras del Centro Nacional de Epidemiologia, Prevención y Control de Enfermedades.
En 2019, el Ministerio de Salud advirtió una deficiencia de 16 mil médicos especialistas y pérdidas por más de S/ 17 mil millones al año en beneficios tributarios, y S/ 18 mil millones anuales en evasión fiscal.