El estado emocional del paciente con psoriasis repercute en su calidad de vida y en el tratamiento de la enfermedad; por ello, si no se dejan de lado los pensamientos negativos que llevan a la ansiedad y depresión, esta puede recrudecer, así lo indicó Anthuanet Sobrino, dermatóloga de Sisol Salud.
La especialista señaló que si el estado de ánimo de la persona con psoriasis es negativo, las lesiones en la piel pueden agravarse. “El estado emocional repercute en la enfermedad, por eso se tienen que dejar de lado el sentimiento derrotista y la impaciencia. El apoyo de la familia es importante en todo este proceso”, anotó.
La dermatóloga recordó que uno de los tipos más frecuentes es la psoriasis “en gotas”, que consiste en lesiones pequeñas en la piel de las extremidades; luego están las “placas”, escamas blanquecinas en las superficies, que se presentan, generalmente, en rodillas, codos y abdomen. Se desconocen las causas de esta enfermedad, pero hay factores como la predisposición genética que influyen en su aparición.
Si bien la psoriasis es una enfermedad de la piel, también afecta a las articulaciones (artritis psoriásica); asimismo, se puede presentar en el cuero cabelludo y confundirse con una caspa intensa. Por ello, si una persona ha pasado más de seis meses de tratamiento por alguna afección a la piel y esta persiste, se debe hacer una biopsia para descartar psoriasis u otra patología.
Sobrino sostuvo que el tratamiento que un paciente con psoriasis debe seguir puede incluir corticoides, retinoides, terapia biológica, fototerapia, entre otros, además de ser indispensable el uso de dermolimpiadores y cremas hidratantes.
Asimismo, recomendó una dieta rica en frutas, verduras, menestras, carne de pescado y de pollo –que otorga proteínas–, además de actividad física. A ello se debe sumar abundante agua para la hidratación del paciente, ya que su piel es mucho más seca y sensible.