La Anemia se constituye como un problema de salud pública. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se estima que el 25 % de la población mundial sufre esta enfermedad, que consiste en la disminución de glóbulos rojos en el cuerpo y provoca síntomas como debilidad, mareos, palpitaciones, palidez y cansancio en las actividades diarias.
En México, uno de cada cuatro niños menores de cuatro años padece este trastorno. Las posibles causas de anemia incluyen la deficiencia de hierro en el cuerpo. Por tanto, el Seguro Social promueve la importancia de alimentarse correctamente y, brinda a toda persona que lo requiera, suplementos de hierro y vitamina B12. En casos extremos, se suministran medicamentos por vía intravenosa para aumentar la cantidad de glóbulos rojos en el cuerpo, sostiene Almendra Ríos, especialista en nutrición de la plataforma Guiadesuplementos.
En Perú, también podemos evidenciar este problema de salud pública. Según registros del año pasado, dos de cada cinco menores de tres años padece anemia. Y, en el actual contexto donde la sociedad se está enfrentando a una nueva normalidad a causa del coronavirus, no ha mejorado la situación.
Importancia de mejorar la alimentación en el hogar
#TanFuerteComoElHierro, programa de Pacífico de lucha contra la anemia, y Jenny Garcia, nutricionista de SANNA Nutrición a Domicilio, nos recuerdan la importancia de mejorar la alimentación en las familias. Pues, los hábitos alimentarios en tiempos de coronavirus han cambiado considerablemente, ya sea por la economía familiar o la falta de tiempo para preparar alimentos más saludables.
´La ansiedad y el estrés también son factores que influyen directamente, ya que nos llevan a elegir alimentos y/o preparaciones inadecuadas.
“Debemos aprender que los alimentos que más nos ayudan no son necesariamente los más caros y a priorizar aquellos que va a consumir nuestra familia. En la etapa de la niñez es cuando los menores forman sus hábitos alimenticios, que posiblemente seguirán el resto de su vida, por ello la familia debe asumir una dieta equilibrada para formar dicho hábito”, sostuvo la especialista.
Garcia advierte que, aunque pasamos mayor tiempo en casa, los niños no deben consumir lo mismo que los adultos. “Los niños están en pleno crecimiento y desarrollo y por ende necesitan de todos los nutrientes para llevar a cabo dicho proceso. Muchas veces nos preocupamos solo por las proteínas y dejamos de lado las vitaminas y minerales que son del grupo de alimentos más difícil de cubrir. Estos micronutrientes lo encontramos principalmente en frutas y verduras y este es el grupo menos consumido por la población en general”, detalla.
La mala alimentación influye directamente sobre el desarrollo del niño y, además, sobre diversas actividades de su vida. Bajo el rendimiento escolar, por ejemplo, los niños necesitan energía suficiente para realizar todas sus actividades. Pero si no se alimentan correctamente estarán cansados y probablemente, con problemas de concentración. Respecto a las deficiencias en el desarrollo, pueden presentar problemas en la visión, piel, cabello, entre otros.