La olimpiada considerada la más importante en esta disciplina reunió a 616 concursantes, los mejores exponentes de matemática de 105 países como Estados Unidos, India, Rusia, Brasil, México, Inglaterra, Finlandia, China, Japón, entre otros.
Entre los participantes más destacados se ubicaron Joseph Altamirano y Johan Min, quienes igualaron en el puntaje final, seguido por Mijaíl Gutiérrez. Los tres estudiantes se hicieron acreedores a la medalla de plata.
Con este triunfo, Joseph consiguió su tercera presea consecutiva en la competencia. Sus logros internacionales y su perseverancia lo han llevado también a ganar una beca completa de estudios en la prestigiosa Universidad de Cambridge en Reino Unido, alma mater de eminentes científicos, filósofos, escritores y políticos británicos y extranjeros.
«Me encuentro feliz de participar y ganar nuevamente una medalla para el país. Estos concursos me han sido de mucha ayuda y todo esfuerzo vale la pena. Este año postulé y obtuve una beca en la universidad que tanto quería. Estudiar en Cambridge es un sueño hecho realidad», declaró el joven becario, egresado del Colegio Saco Oliveros.
Orgullo femenino
La única mujer del equipo nacional fue Carla Fermín quien participó por primera vez en una olimpiada mixta, luego de ganar la medalla de oro por 2 años consecutivos en la olimpiada mundial femenina llevada a cabo en Ucrania 2019 y Países Bajos 2020.
Fue premiada con el trofeo Maryam Mirzakhani por haber obtenido un rendimiento destacado y ubicarse entre las 5 mejores del mundo de su género.
Con este premio son 2 las mujeres peruanas que dejan huella en la olimpiada más prestigiosa del planeta, junto a Mónica Martínez, quien fue la primera en obtenerlo en el 2018, logro importante que sumó para ser considerada como alumna becada al MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts).
Alfredo Chávez, director del Programa de Talentos del colegio Saco Oliveros, dijo que, pese a los efectos generados por la pandemia del covid-19, la organización decidió desplazar todos sus recursos para apoyar a los competidores en esta olimpiada.
La competencia se desarrolló de una forma completamente novedosa, con protocolos de seguridad implementados para que todos pudieran tener plena confianza en la integridad de los resultados.
Las medidas incluyeron un centro de exámenes en cada país, supervisado por un comisionado neutral. Los exámenes socialmente distanciados se observaron mediante cámaras web, y los videos se enviaron al equipo de vigilancia en Rusia.
