Sábado, 20 de Abril del 2024 
Como cada año, este segundo domingo de setiembre se conmemora el Día de la Familia Peruana. Hoy más que nunca reconocemos la importancia y responsabilidad de la familia en la formación de las personas; la familia debe ser el lugar donde aprendamos a amar y respetar, donde aprendamos a desarrollar ciudadanía, pertenencia y conciencia social, valores que en coyunturas como la actual reconocemos tan necesarios. La pandemia ha cambiado la rutina familiar, pero ¿cómo convertir estos cambios en oportunidades?
“La familia en estos tiempos tiene una grandiosa oportunidad de fortalecerse. Nos hemos dado cuenta de lo mucho que nos importa la gente con la que vivimos, compartimos los deberes, las alegrías y los temores. Nos hemos mantenido pendientes de aquellos familiares a los que no podemos abrazar. Hemos sacrificado la visita a nuestros padres por su propia salud. Y, a pesar de las restricciones y los problemas económicos, la familia ha permanecido unida, postergando con ansias el momento de reunirse”, señala Freddy Chavez, director regional de Innova Schools.
Sin embargo, el confinamiento también es un reto. Para ayudarnos con esto Chavez nos da unos consejos que nos ayudarán a fortalecer los lazos entre los padres e hijos:
Generar espacios de diálogo
Crear un ambiente de confianza y diálogo, por ejemplo, en el desayuno o en la sobremesa del almuerzo, es fundamental para conocer las preocupaciones y frustraciones de los hijos, pero también para compartir las ilusiones, sobre todo, en situaciones tan complejas como las de ahora.
Los juegos de mesa
El juego en familia siempre ha sido un medio de aprendizaje y convivencia alegre, porque así enseñamos a nuestros hijos a competir, a ganar o perder y a ayudarse mutuamente. El Monopoly, Pictonary o Jenga, son algunos de los juegos que pueden desarrollarse en el interior de la casa.
Reuniones familiares, pero virtuales
La coyuntura nos permite adoptar otras dinámicas que nos mantengan unidos, pese a la distancia, como el desarrollo de reuniones virtuales con los abuelos, tíos y primos, con quienes podemos compartir un momento de conversación y hasta de juegos vía videollamada.
Enseñar con el ejemplo
Los padres podemos heredar a nuestros hijos los actos habituales de amor por la familia, especialmente por los hermanos y abuelos. Los niños pueden aprender a estar pendientes, ofrecer su ayuda, escuchar, etc.
Finalmente, el experto de Innova Schools nos recuerda que no hay estrategia para fortalecer los lazos familiares más que ofrecer mucho amor y tratar de que en cada actividad prime el entendimiento, la tolerancia y el respeto.
