Cada 28 de agosto se efectúa en Tacna la “Procesión de la Bandera”, a cargo de la Sociedad de Señores de Tacna, con la cual se conmemora la reincorporación de esta ciudad al Perú en 1929, luego de más de 45 años de cautiverio que comenzó el 20 de octubre con el Tratado de Ancón. Durante una semana se llevan a cabo diversos actos celebratorios, en el cual destaca el desfile de la juventud de Tacna (27 de agosto) por las calles centrales de la ciudad y por el paseo cívico, terminando en los centros educativos. Luego se enciende la Lámpara Votiva situada en el centro del Monumento de los Héroes de la Guerra del Pacífico; se izan los pabellones al compás de la “Marcha de Banderas”. Por último, se da lectura a la “ofrenda de Tacna” y, en seguida, se canta el Himno Nacional.
Pero el acto principal se realiza al día siguiente con la “Procesión de la Bandera”, la única procesión cívica del mundo y una de las expresiones patrióticas más fervorosas de nuestro país. Por las calles de Tacna, las damas de la ciudad llevan en procesión una gigantesca bandera de 14 por 10 metros, desde la Plaza de la Mujer a lo largo de la calle Alto Lima, la avenida San Martín y el Paseo Cívico, hasta la plaza de armas. En ésta el pabellón es izado.
Es importante destacar, sin embargo, que la primera procesión de la bandera se efectuó el 28 de julio de 1901, cuando los chilenos aún ocupaban la ciudad de Tacna. La ceremonia fue organizada por los socios de la Benemérita Sociedad de Artesanos y Auxilios Mutuos El Porvenir y se llevó a cabo en absoluto silencio, por exigencias de las autoridades chilenas. El poeta y escritor Federico Barreto es quien mejor ha graficado esta singular situación: “No se oyó una sola exclamación; ni el grito más insignificante. Sellados todos los labios por un compromiso de honor, permanecieron mudos. Y en medio de aquel silencio extraño y enorme que confundía, impregnaba asombro y causaba admiración, la bandera levantada muy arriba, avanzó lentamente por en medio de aquel océano de cabezas descubiertas”.