El mandatario, que niega la gravedad de la pandemia y censura las medidas de aislamiento social, argumentó que en esos casos la medida “incurre en una posible violación de domicilio” contraria a la Constitución, según el texto publicado en el Diario Oficial.
También vetó otras cláusulas que obligaban a los poderes públicos a distribuir máscaras a la población económicamente más vulnerable y a las empresas a suministrar dicho material a sus trabajadores de forma gratuita.
La ley aprobada por el Parlamento aún obligaba a la población durante la emergencia sanitaria del nuevo coronavirus a mantener “boca y nariz cubiertos por máscaras de protección individual” en espacios y vías públicas, así como en el transporte colectivo o por aplicación.
Los vetos de Bolsonaro, que aún tendrán que ser analizados por el Congreso, no anulan, sin embargo, las legislaciones aprobadas en algunos estados y municipios en los que ya es obligatorio el uso de mascarillas en espacios públicos, bajo pena de multa en algunos casos, como Brasilia y Sao Paulo.
Brasil es el epicentro latinoamericano de la pandemia y el segundo país con más contagios (casi 1,5 millones) y muertes (61.884) causadas por el patógeno, según el último balance del Ministerio de Salud.
Bolsonaro, uno de los pocos líderes mundiales escépticos en relación a la gravedad del covid-19, que califica de “gripecita”, criticó en su habitual transmisión vías redes sociales de los jueves el proyecto porque, según él, existía la posibilidad de ser multado por estar en casa sin máscara.
“Hoy firmé varios vetos a un proyecto de ley que hablaba sobre el uso obligatorio de máscaras, incluso dentro de casa. Nadie va a entrar en tu casa para multarte”, dijo el líder ultraderechista, aunque en el texto no había ninguna mención a esa posibilidad.