Washington,Estados Unidos
AFP
El presidente Donald Trump ordenó sanciones contra cualquier funcionario de la Corte Penal Internacional (CPI) que procese a tropas estadounidenses, en un momento en que el tribunal estudia presuntos crímenes de guerra en Afganistán.
“Las acciones de la Corte Penal Internacional son un ataque contra los derechos del pueblo estadounidense y amenazan con infringir nuestra soberanía nacional”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEna.
En el comunicado, el Gobierno de Estados Unidos recordó que su país no forma parte del Estatuto de Roma y ha rechazado reiteradamente las afirmaciones de que la CPI tiene jurisdicción sobre el personal de Estados Unidos.
Castigos
Las sanciones implican el bloqueo de propiedades o activos que las personas designadas tengan en Estados Unidos.
La Casa Blanca también autorizó que se emitan restricciones de visas para entrar a Estados Unidos contra cualquier funcionario y sus familiares.
El gobierno de Trump revocó el año pasado la visa de la fiscal de la corte, la magistrada Fatou Bensouda,con el fin de presionar para que terminara con el proceso.
Los jueces habían rechazado lanzar la investigación, después de las amenazas de sanciones de Washington, pero en marzo el tribunal autorizó en una apelación la apertura de una investigación por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Afganistán.
La corte con sede en La Haya basa su investigación en que sí tiene jurisdicción sobre Afganistán.
Acusan a Rusia
El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, a su vez acusó a Rusia de “manipular” la CPI.
“Potencias extranjeras como Rusia también manipulan la CPI para adelantar sus propios intereses”, indicó Barr a los periodistas.
Trump ha emprendido una campaña contra instituciones multilaterales que considera que van en contra de los intereses de su país y ha anunciado el retiro de EE. UU. de la Organización Mundial de la Salud, entidad que criticó la respuesta de la Casa Blanca frente al coronavirus.
El tribunal internacional enfrenta una crisis profunda en un momento en que varios países de África cuestionan al organismo.