El Avifavir es el primer fármaco antiviral para tratar la COVID-19 que fue inscrito por el Ministerio de Sanidad de Rusia tras mostrar una “gran efectividad” durante las pruebas clínicas, anunció el Fondo Ruso de Inversiones Directas (FRID).
“El Avifavir no solo es el primer fármaco antiviral registrado en Rusia para tratar el coronavirus, sino quizás la medicina más prometedora para curar de la COVID-19 a nivel mundial”, declaró el director general del FRID, Kiril Dmítriev, citado en un comunicado de la entidad.
Según el funcionario, este fármaco fue desarrollado y probado clínicamente “en plazos récord”, lo cual le permitió convertirse en la primera medicina en base al favipiravir -antiviral desarrollado en Japón- inscrita a nivel mundial. El favipiravir, un antiviral genérico, ya había mostrado eficacia en una etapa temprana de la enfermedad, y se comercia en Japón para tratar los casos severos de gripe.
El Avifavir, según el FRID, ha demostrado una gran efectividad para afectar los mecanismos de reproducción del coronavirus.
No obstante, el propio fondo reconoció que este fármaco está “categóricamente contraindicado” para las embarazadas y las personas que estén en proceso de planificación familiar.
Además, el FRID señaló que en un inicio no estará a la venta en las farmacias y “solo se utilizará en hospitales bajo observación médica”.
A mediados de mayo, Dmitriev, dijo que el 60% de los 40 pacientes con coronavirus que tomaron favipiravir dieron negativo por el virus en cinco días e indicó que el tratamiento podría reducir a la mitad el tiempo de recuperación. Según el comunicado, los datos intermedios de los ensayos clínicos confirman su alta eficacia contra COVID-19. La etapa final de los ensayos clínicos de Avifavir, con 330 pacientes, está en curso.
Rusia, que tiene el segundo mayor número de casos de coronavirus detrás de Estados Unidos, también está probando prototipos de vacunas en animales, mientras que el fondo ha redirigido recursos para producir más tests a nivel local.
Esta semana, la Organización Mundial de la Salud detuvo temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en pacientes de COVID-19, al detectarse un mayor índice de mortalidad en enfermos que recibieron ese tratamiento. La decisión, una medida de cautela que podría ser revisada, se tomó tras la publicación en la revista médica The Lancet de un estudio en el que se señalaban mayores tasas de mortalidad.
Otros ensayos clínicos patrocinados por la OMS prueba en pacientes el antiviral remdesivir (normalmente usado contra el ébola), una combinación de lopinavir y ritonavir (comúnmente usados para portadores de VIH) y el interferon beta, habitual tratamiento contra la esclerosis múltiple.
(Con información de EFE)