Un jornada de solidaridad liderada por Cáritas-Lima, la Sociedad Nacional de Industrias y la Universidad San Ignacio de Loyola para recaudar fondos, comprar oxígeno y/o producirlo y distribuirlo de manera urgente entre pacientes afectados por la pandemia, propuso hoy Raúl Diez Canseco Terry, fundador presidente de USIL.
La propuesta lleva por nombre “Respira Perú” y busca atender la demanda insatisfecha de oxígeno de enfermos de COVID-19 que se ve en diferentes regiones del país. Para ello se propone realizar una Tele-Maratón el sábado 4 de julio de 2020 para solicitar contribuciones y unir a los peruanos en una gran cadena de buena voluntad.
“Estamos frente a una crisis sanitaria y económica sin precedentes y el país demanda de todos nosotros una respuesta creativa, oportuna y eficiente, que ayude a resolver la aguda escasez que tenemos en estos momentos en el país de un elemento vital para la vida, como es el oxígeno”, señaló Diez Canseco.
La iniciativa fue respaldada por las autoridades de la Sociedad Nacional de Industria (SNI) durante la realización del foro digital “Reactivación de la industria manufacturera post-covid-19”, organizado por la USIL.
Los representantes del sector empresarial peruano coincidieron en la necesidad de atender la demanda de oxígeno de la población afectada por el covid-19, así como reiniciar las actividades productivas para generar empleo.
Ricardo Márquez Flores, presidente de la SNI, indicó que el país necesita una agenda de acción y consenso para impulsar los sectores que generan más empleo, como el de construcción, la industria minera, pesca de consumo humano, confecciones, agroindustria ligada a la agricultura familiar y las compras del Estado.
Para la agilizar las obras, dijo que con la Municipalidad de Lima están trabajando mecanismos para reducir el tiempo del trámite de las licencias, de un año a dos o tres meses; mientras que para la industria minera propuso que los ingenieros peruanos sean quienes hagan los proyectos y diseños, así como formalizar y fortalecer a los pequeños mineros y crear un Senati minero para capacitar de los hijos de los agricultores.
El expresidente de la CONFIEP, Miguel Vega Alvear, destacó la necesidad de políticas que miren al futuro, porque en esta década se va a producir la mayor revolución tecnológica con el 5G, la robotización, la digitalización y la automatización del empleo.
Sostuvo que la tecnología debe usarse para aprovechar mejor nuestras riquezas, como los bosques forestales que cubren el 60% del país, pero solo producen el 2% del PBI, o los 51 valles que tenemos en la costa para desarrollar la agroindustria.
Por su parte, Raúl Ortiz de Zevallos, presidente del Comité Textil de la SIN, indicó que el sector textil confecciones es muy sensible porque está sujeta a la estacionalidad, a la moda y a la tecnología, que es parte de una gran cadena que va desde el campo hasta las boutiques de todo el mundo.
En el sector manufactura, 400 mil trabajadores han perdido su empleo, sin contar a los comerciantes que son parte del sector, y en total, entre enero a marzo, se han perdido 3’200,000 mil empleos, lo cual representa el 47.7% de los trabajos formales del país, señaló.
Ortiz propuso que el Estado impulse la formalización, de reglas claras de competitividad para hacer frente a la importación de productos subvaluados y de contrabando, y que las diferentes instituciones del gobierno compren productos nacionales.
El dato:
En abril 2020 la manufactura no primaria cayó 66% y en el primer cuatrimestre 25%; mientras que los sectores textil y calzado cayeron en abril 95% y en el primer cuatrimestre 40%.