El papa emérito Benedicto XVI regresó este lunes a Roma tras haber visitado en Ratisbona (sur de Alemania) a su hermano Georg Ratzinger, de 96 años y gravemente enfermo, en su primer viaje fuera de Italia tras su renuncia al pontificado, en febrero de 2013.
Benedicto XVI llegó a Ratisbona el pasado jueves y, según el canal regional bávaro Bayerischer Rundfunk (BR), visitó varias veces a su hermano, además de acudir al panteón familiar y a la vivienda en la que residió durante siete años en la localidad de Pentling, donde un grupo de curiosos se congregó para saludarle.
El Obispado de Ratisbona, no obstante, pidió al público que permitiese que el encuentro “profundamente personal” entre los dos hermanos – que ambos “deseaban de corazón” – permaneciese en el ámbito privado y que en todo caso elevara una plegaria por ellos.
Según el BR, el papa emérito se desplazó todos los días en varias ocasiones al domicilio de su hermano, en el casco antiguo de Ratisbona, en un vehículo de transporte de enfermos y acompañado por varios coches de Policía.
“Es posible que sea la última vez que ambos hermanos, Georg y Joseph Ratzinger, se vean en este mundo”, apuntó el comunicado del Obispado, emitido el pasado jueves, confirmando así los rumores sobre la gravedad del estado de saludo del hermano mayor del papa emérito.
A su partida para volver a Roma, en un avión de las fuerzas aéreas italianas, Benedicto XVI fue despedido en el aeropuerto de Múnich por el primer ministro bávaro Markus Söder.
Benedicto XVI, nacido en la localidad bávara de Marktl am Inn en 1927, había visitado su país natal por última vez en 2011, dos años antes de ceder el cargo a su sucesor el papa Francisco.
Benedicto se instaló en un monasterio en el Vaticano poco después de su retiro en 2013, una decisión que causó una gran sorpresa. Elegido en 2005 para suceder a San Juan Pablo II, Joseph Ratzinger fue el primer pontífice en 600 años que renunciaba al cargo.
(Con información de EFE y AP)