Al igual que un auto necesita de combustible y mantenimiento para funcionar adecuadamente, el Cuerpo Humano requiere alimentos, ejercicio y una buena actitud mental, para desempeñarse en cualquier actividad y, sobretodo, para mantenerse sano. Sin embargo, cuando hacemos todo lo contrario existe mayor riesgo de contraer enfermedades.
Consecuencias de una mala alimentación
Los desequilibrios alimenticios han contribuido al aumento de obesidad en el mundo. En el Perú, el 53 % de la población sufre de obesidad o sobrepeso, lo cual ha pasado a convertirse en un grave problema de salud pública. Otro ejemplo es México, ya que en 2015 murieron más de 100,000 pacientes por enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión. Según datos de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, el país tiene una de las peores dietas y hábitos alimentación, ya que ocupa el primer lugar en obesidad y sobrepeso con 32 % de la población.
Fortalecer el sistema inmunológico mediante una buena alimentación
El portal informativo, GuiaDeSuplementos, advierte que, a lo largo del tiempo, diversos estudios han demostrado que una nutrición deficiente afecta de forma negativa a la inmunidad innata y a la adaptativa. Por el contrario, una alimentación adecuada permitirá que nuestras defensas se activen de forma correcta ante agentes externos.
El cuerpo se vale de nutrientes, vitaminas y minerales para trabajar correctamente. Los expertos afirman que la dieta mediterránea; que incluye pescados, carnes magras, frutas frescas, frutos secos, verduras y aceite de oliva, son los más efectivas para evitar carencias de nuestra alimentación.
Fortalecer el sistema inmunológico mediante el deporte
El ejercicio tiene múltiples ventajas, reduce el estrés, nos ayuda a quemar calorías para mantener un peso saludable y, sobre todo, permite un mejor descanso nocturno. Pero además, refuerza a nuestro sistema inmunológico y previene enfermedades como el alzheimer.
De acuerdo con la OMS, los adultos con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, deben hacer 150 minutos de actividad física a la semana. Cada sesión debe durar un mínimo de 10 minutos. Las actividades recomendadas son desplazamientos a pie o en bicicleta.
Los niños y las personas mayores de 65 años también pueden beneficiarse de la actividad física. Para los niños se recomienda los ejercicios aeróbicos y actividades tipo lúdica. El tiempo, un mínimo de 60 minutos diario. Mientras que los mayores de 65 años deben realizar actividades para fortalecer músculos y huesos dos o más veces por semana.
Fortalecer el sistema inmunológico mediante el descanso
Se ha descubierto que existe una relación directa entre el descanso nocturno y el sistema inmunológico. Para adultos, con edades comprendidas entre los 18 y 65 años lo recomendable es dormir 7-9 horas. Los mayores de 65 años entre 7-8 horas.