Un policía israelí ha sido arrollado este miércoles por un palestino que le embistió con su vehículo y posteriormente le acuchilló en un puesto de control en Cisjordania. El agresor, que supuestamente portaba un artefacto explosivo de fabricación casera, fue abatido a tiros por las fuerzas de seguridad, y el agente tuvo que ser evacuado a un hospital de Jerusalén con lesiones moderadas.
El atentado es el primero que se registra desde la implantación de medidas de confinamiento por la pandemia de coronavirus en Tierra Santa, un periodo que ha estado marcado por la calma y la coordinación entre las autoridades sanitarias israelíes y palestinas. El ataque se produce además en vísperas del inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán.
Una grabación de las cámaras de seguridad del puesto de control –situado entre el asentamiento judío de Maale Adumin, la mayor colonia de Cisjordania, y el suburbio palestino de Abu Dis, en las afueras de Jerusalén– fue difundida a través de las redes sociales. Las imágenes muestran cómo el conductor de una furgoneta blanca con matrícula palestina arrolla a un policía de fronteras (cuerpo militarizado) que se encontraba sobre una acera. El agente se incorpora del suelo tras el impacto y se enfrenta con el agresor, quien le ataca con unas tijeras, antes de escapar y ser perseguido. Otros miembros de la policía armados con fusiles de asalto aparecen en escena antes de que se interrumpa la grabación.
Un portavoz policial israelí confirmó que el atacante fue “neutralizado”, tras “abrir fuego contra él y ser abatido”, y aseguró que en la misma zona había sido localizado un artefacto explosivo de fabricación casera, que debió ser desactivado por artificieros. Fuentes del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina confirmaron la muerte del ciudadano palestino, identificado como Mohamed Halsi, vecino de la aldea palestina de Asawahara. Las fuerzas de seguridad israelíes registraron posteriormente la localidad, según el diario Haaretz.
El atentado tiene la factura de las acciones violentas que se sucedieron durante cerca de dos años en Israel y Palestina a partir de octubre de 2015, en la que fue bautizada como Intifada de los cuchillos o de los lobos solitarios. Centenares de ataques protagonizados por palestinos que no estaban afiliados a organizaciones políticas y actuaban en solitario desencadenaron la mayor ola de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005), en su mayoría con cuchillos, aunque también se produjeron decenas de ataques con vehículos y, en algunos casos, con armas de fuego.
El ataque se produce también poco después del acuerdo de formación de un Gobierno de coalición entre el conservador Benjamín Netanyahu y el centrista Benny Gantz que da luz verde a la anexión de territorios de Cisjordania a Israel. El plan de paz presentado en febrero por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avala que el Estado hebreo pueda anexionarse los asentamientos judíos de Cisjordania (donde viven más de 400.000 israelíes) y el estratégico valle del Jordán en la frontera con Jordania. Los palestinos rechazan el denominado “acuerdo del siglo” de la Casa Blanca, que hace inviable la solución de los dos Estados para sellar la paz con los israelíes.