Donald Trump entró en erupción este lunes por la tarde en la sala de prensa de la Casa Blanca. Tras varios días de críticas por la demora de medidas a la hora de luchar contra el coronavirus, el presidente de Estados Unidos aprovechó la rueda de prensa diaria sobre la crisis para lanzar una defensa frontal de su gestión, con un vídeo promocional incluido, en el que pasaba al ataque y acusaba a los medios de comunicación de haber minimizado el riesgo de la Covid-19. El republicano también aseguró que es él, como mandatario, quien tiene “autoridad total” para decidir la reactivación de la actividad económica, y no los gobernadores de cada Estado, cuando han sido estos los competentes a la hora de ordenar los confinamientos y es a estos a los que la Constitución reserva el poder sobre el orden público y la seguridad. “Cuando alguien es presidente de Estados Unidos, la autoridad es total. Y así es como debe ser. Total”, resaltó ante los periodistas.
Trump se expresó de este modo el mismo día en que los gobernadores de Nueva York (zona cero de la pandemia en EE UU), Connecticut, Delaware, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island anunciaron crear un grupo de trabajo para planificar una gradual vuelta a la normalidad. Y los de California y sus vecinos de la costa oeste (Oregón y el Estado de Washington) harán lo propio. El Gobierno federal ha impulsado unas directrices generales, pero son los gobernadores los que han tomado las decisiones. De hecho, aunque la Administración de Trump haya fijado el 30 de abril como fecha provisional del fin de las medidas de aislamiento, cada Estado ha fijado los plazos que considera apropiados. Y otros, como Iowa o Arkansas, por ejemplo, no han aprobado ninguna ordenanza para el Estado. La Casa Blanca anunciará el martes un consejo de expertos de corte económico para trabajar en su propio plan de reactivación.
La hemeroteca es tan tozuda como los datos y da cuenta de los más de dos meses que tardó Donald Trump en hablar con seriedad de la pandemia de coronavirus, de cómo pasó de asegurar que todo estaba bajo control, a primeros de enero, a comparar, ya el 9 de marzo, la Covid-19 con la gripe común para justificar que nada debía cerrar por ella. En los últimos días, además, varios medios han hecho repaso de todas las semanas perdidas. El pasado fin de semana, The New York Times publicó un artículo sobre cómo las voces de alarma de algunos expertos -recogidas en las largas cadenas de correos electrónicos- fueron ignoradas por las autoridades sanitarias durante seis semanas. El domingo, además, el epidemiólogo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y hombre del grupo de crisis formado, admitió que “si las medidas [de confinamiento] hubiesen empezado antes, se hubiesen salvado más vidas”.
Y este lunes, visiblemente enfadado, Trump se lanzó a la ofensiva contra los propios medios. Nada más comenzar a hablar, pidió que bajaran las luces y exhibió un vídeo en el que, en primer lugar, recogía segmentos televisivos -incluidos algunos de la cadena conservadora Fox- en los que varios expertos quitaban hierro a la pandemia, con el rótulo “los medios minimizaron el riesgo desde el principio”. Acto seguido, señalaba las primeras medidas adoptadas por su Gobierno, como el veto a los viajes desde China, y recogía fragmentos de un podcast de The New York Times en los que una de sus periodistas, Maggie Haberman, califica de efectiva la medida, pero excluía la parte final de la declaración, en la que señalaba que era la única adoptada en muchas semanas. Luego, culminaba con elogios de varios gobernadores.
Hasta el 20 de enero, justificó Trump, no se confirmó ningún caso de coronavirus en el país. “¿Tengo que cerrar Estados Unidos, la primera economía del mundo, cuando no tengo ningún caso?”, espetó Trump. “El 31 de enero aprobé el veto a los viajes desde China, ¿creen que fue fácil? Joe Biden [candidato demócrata in pectore para las presidenciales] se volvió loco y me llamó xenófobo”, añadió. Sin aquella medida, continuó, “cientos de miles de personas estarían muertas ahora, lo hicimos bien, pero los medios no lo cuentan así”. Y puso como ejemplo España: “Está siendo diezmada”.
Trump fue rápido en el veto a los viajes desde China, Irán y Corea del Sur, pero se demoró en el resto de medidas y no defendió la política de aislamiento hasta el 16 de marzo. Estados Unidos supera este lunes los 682.000 casos confirmados, según el centro de datos de la Johns Hopkins University, y las 23.500 muertes. Los expertos sanitarios estiman que, a la vista del ritmo de fallecimientos y hospitalizaciones, el país puede haber pasado ya la peor cima y hallarse en la fase de bajada de contagios, lo que automáticamente alienta el debate sobre cuándo y cómo reactivar la economía, cuyo parón está causando estragos en el empleo.