Si el técnico Mario Salas realiza sus trabajos con el primer equipo de fútbol a través de la magia de la tecnología, el Vóley no se queda atrás. Carlos Aparicio, estratega que dirige al plantel femenino del deporte de la net alta, sigue la misma ruta y desarrolla su plan de trabajo de manera remota con las matadoras blanquiazules.
Aunque el pasado 27 de marzo la Federación Peruana de Voleibol decidió dar por finalizado el campeonato de la Liga Nacional Superior de Voleibol, debido a la pandemia originada por el coronavirus, las íntimas continúan trabajando con la mira puesta en ser las mejores.
A través de videollamadas, Aparicio va coordinando la rutina de ejercicios que cada una de sus dirigidas debe seguir para llegar en buenas condiciones al próximo torneo extraordinario que la FPV organizaría en junio, si las condiciones están dadas, con la participación de ocho equipos y únicamente con voleibolistas nacionales.
“Esta situación es inesperada, jamás ha sucedido y tenemos que acomodarnos a las circunstancias”, dijo el DT de vóley al referirse al aislamiento social obligatorio que sufre el Perú como consecuencia del Covid-19 que azota el mundo.
“Desde casa monitoreamos el trabajo de las chicas. Estamos pendientes de todo lo que hacen, de los controles de peso y de temas de recuperación. Ellas nos envían vídeos de los ejercicios que el preparador físico les ordena y nosotros les hacemos llegar videos de jugadas y de técnicas que queremos ver en la cancha y que en los entrenamientos a veces no se pueden corregir”, detalló.
Para el experimentado profesional del vóley, el panorama actual no es el ideal, pero el objetivo es “ayudar a que las jugadoras estén lo más cerca del nivel de competencia”.