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Nutrición y Conducta, comprendiendo nuestro comportamiento

Publicado el 19/03/20

Emociones y Nutrición: Nuestras emociones radican en la amígdala del sistema límbico situado en la zona central del cerebro, que rodea el tallo encefálico. Cuando estamos atrapados por el deseo o la rabia, cuando el amor nos enloquece o el miedo y la ansiedad nos hacen retroceder, nos hallamos bajo la influencia del sistema límbico. Las personas con lesiones en la amígdala tienen alteradas las emociones o carecen de ellas.

Aunque normalmente controlamos con la mente la salida de los estados emocionales, en ocasiones las respuestas emotivas son tan rápidas que nuestro cerebro pensante (el neocórtex), no tiene tiempo de actuar. Tanto el sistema límbico como el neocórtex están compuestos de millones de células que son alimentadas por la sangre y la calidad de la sangre dependerá del tipo de alimentación que tengamos y de los sistemas de asimilación, transporte y eliminación.

Por lo tanto el equilibrio emocional depende entre otros factores del aporte alimenticio. La Dra. Brigitte Kieffer neurobióloga de la Universidad Louis Pasteur nos detalla que en el año 1.973 se descubrió que la morfina así como la heroína calzaban muy bien con algunos receptores cerebrales y pronto se concluyo que, obviamente si existen sustancias exógenas que los activan, también deberían de existir sustancias endógenas que los estimulen de la misma manera.

A partir de estas conclusiones se pusieron a buscar las sustancias que de manera endógena calzaban en los receptores Opioides. Es decir ubicar las sustancias que tienen estos efectos en el cerebro. Las investigaciones derivadas de este principio concluyeron cuando se descubrió la sustancia, que son pequeñas proteínas a los cuales se les denomino péptidos Opioides. Estos péptidos Opioides al igual que sus receptores son sustancias endógenas; es decir fabricadas por nuestro organismo. Estos Péptidos Opioides son poli péptidos pertenecientes al grupo de los compuestos neuropéptidos. Al igual que otros agentes afines, éstos presentan propiedades neuromoduladores, es decir regulan o afectan el trabajo de las neuronas. Los péptidos Opioides trabajan durante situaciones estresantes como la ansiedad y de intensos dolores.

El término péptido opioide se utiliza, para referirse a dos agentes químicos o neurotransmisores en particular: las endorfinas y las encefalinas. Las endorfinas actúan principalmente como analgésicos endógenos, puesto que actúan inhibiendo la transmisión del dolor entre otras cualidades moduladoras que posee. La encefalina, otro compuesto similar que el propio organismo produce para reducir el dolor. Esta sustancia tiene la capacidad de deprimir las neuronas de todo el sistema nervioso central, bloqueando las señales electrofisiologías del dolor. Cuando los receptores Opioides del cerebro son estimulados inmediatamente inundan primero la columna vertebral que lleva al cerebro todas las sensaciones experimentadas por el cuerpo correspondiente al dolor, luego el tronco cerebral que controla los reflejos y automatismos vitales como la respiración y frecuencia cardiaca y finalmente en el área límbica donde el estriato, el núcleo acumbens, la amígdala y el tálamo regulan la zona donde valga la redundancia se regulan sensaciones como el miedo y la ansiedad además de la de recompensa y placer del organismo. Cuando se le suministra péptidos Opioides al ser humano de manera exógena estas sustancias inundan el cerebro en una proporción mucho más elevada que de manera natural. Los péptidos Opioides tienen un efecto analgésico pero también de placer y esto los hace que los seres humanos creen dependencia.

La reconocida mundialmente Dra. Emiliana Borrelli del Instituto de Genética y Biología y quien es profesora de Microbiología y Genética Molecular de la Universidad Irvine de California, autora de innumerables exitosos estudios expresa en sus investigaciones que el problema es que al estar afectada el área de la recompensa y placer en el cerebro, es decir estimulada la segregación del neurotransmisor denominado Dopamina el cual produce esa sensación de bienestar en el ser humano hace que el consumo de las sustancias que la inducen estos péptidos Opioides cree la adicción de la misma. Esto también es aplicado en los casos de los péptidos Opioides provenientes de los lácteos o cereales durante la ingesta en personas con esta suceptibilidad. Siendo por ende bastante difícil en las primeras etapas la retirada total de las sustancias que la producen, la disminución progresiva da mucho mejores resultados en algunos casos, claro está que existen muchos que los retiran de manera radical y son suficientemente fuertes para vencer las ganas de consumir la sustancia que les produce bienestar.

Knivsberg. A randomized, controlled study of dietary intervention in autistic syndromes. Nutr. Neurosc. 2002, 251/61

Cuando se quiso separar el efecto anti dolor y adictivo en estudios con ratones knock out se separaron los receptores genéticos y se ha descubierto que el receptor Mi es el responsable de mediar en las acciones de los péptidos Opioides y es imposible separar los efectos del placer y el dolor en ellos. Cuando la droga inunda el cerebro entran en funcionamiento acciones físicas y psicológicas. Se crea una dependencia psicológica ante dicha sustancia. Los péptidos Opioides que son segregados de manera natural son mucho más limitados en su efecto que cuando son introducidos de otra manera al organismo como en las sensibilidades al gluten o caseína que los estimulan de manera desproporcionada a las necesidades del organismo debido a que inhiben al acido gamma aminobutírico o GABA el cual es el ralentizador del cerebro. Generalmente las personas, niños, adultos o ancianos con estas susceptibilidades se pueden ver afectados conductualmente con ansiedad, hiperactividad, mal humor, déficit de atención, depresión y muchas otras conductas más. Vamos a explicar científicamente el porqué de estos efectos.

El problema con la Caseomorfina y la gliadorfina es que no permiten e interfieren el correcto funcionamiento del neurotransmisor Acido gamma amino butírico GABA, esta sustancia funciona como el freno natural del cerebro ante la segregación de los péptidos Opioides, al no funcionar este freno por ende se estimulan en cantidades muy grandes de activadores a los receptores Opioides, no existiendo un freno natural adecuado para este intercambio de sustancias. Derivado de esta falla del adecuado funcionamiento del ralentizador se liberan grandes cantidades de dopamina relacionadas al placer. Por ello el uso de GABA como suplemento nutricional es bastante bien aceptado y con muy buenos resultados. La Dra. Emiliana Borrelli estudia estos efectos en los animales donde se comprobó que la dopamina es la culpable de la adicción, el sistema opiáceo es analgésico pero al liberar el neurotransmisor dopamina en cantidades elevadas tiene el efecto adictivo. Se ha comprobado que no se pueden separar los efectos de los analgésicos de los adictivos en estos estudios.

Cuando se inunda el sistema de péptidos Opioides interfiere con el correcto funcionamiento del neurotransmisor GABA, el cual cumple la función de ralentizar la cantidad que es segregada por el sistema opioide es decir; avisa cuando son suficientes la cantidad de mensajeros cerebrales que llegan al receptor y no se puede detener la emisión de la dopamina que causa el placer, además afecta el movimiento y la coordinación motriz en la persona y finalmente el ser humano se vuelve adictivo a la misma. Se sabe que son los receptores D2 de la dopamina los que median en la relación al placer. Conociendo esto es lógico pensar que una persona con altos receptores D2 en su organismo tendrá más fortaleza para evitar las adicciones de cualquier tipo.

β-casomorphin induces Fos-like immunoreactivity in discrete brain regions relevant to schizophrenia and autism. Zhongjie Zun, Cade, J, R, Fregly M, J, Privette R.M University of Florida.

Se crea una drogodependencia en el ser humano y los efectos dependerán de las cantidades de péptidos que estén en el organismo y será acorde a como hallamos nacido ya que diferimos de la cantidad de receptores en cada persona. Generalmente las personas con estas susceptibilidades al gluten o caseína consumen en grandes cantidades justamente lo que más daño les hace en relación a su conducta.

La Dra. Nora Volkof dirigió el Organismo Público Estadounidense coordinador de todas las investigaciones relacionadas a las drogas y descubrió que los toxicómanos tenían pocos receptores del neurotransmisor Dopamina D2 en su organismo y que las personas que poseían muchos desarrollaban una aversión al uso de las drogas. Estos estudios evidencian el porqué de las adicciones en algunas personas y en otras no. Una taza alta de receptores de dopamina D2 es una fortaleza para no caer en las adicciones y se necesitan aún más estudios que permitan conseguir poder elevar el número de estos receptores D2. Aunque suene a ficción se está estudiando que la reducción del estrés podría incrementar estos receptores. Esto reconcilia la neurobiología y la psicología en relación a la conducta.

Estas son dos maneras de enfrentar lo mismo. Se sabe que el estrés ambiental suprime un gen en estudios con ratas y la supresión del efecto estresante induce a la aparición del gen. Existen estudios con cerdos los cuales cuando están ansiosos empiezan a masticar cadenas a las cuales están sujetos, esta acción del masticado de la cadena hace que el cerdo sienta un pequeño dolor en la mandíbula y de esa manera estimule sus receptores Opioides y encuentra tranquilidad a la ansiedad, esta acción tiene también el efecto de crear dependencia.

Generalmente a personas con problemas de ansiedad reciben benzodiacepinas que afectan la zona de la amígdala que regula el miedo y la ansiedad y los tranquilizan, tiene un efecto ralentizador y detienen los efectos ansiosos en el cerebro. Es decir actúan sobre el sistema ralentizador del cerebro específicamente sobre el neurotransmisor GABA que actúa como el freno o detienen el sistema inhibidor de estas sustancias que afectan la conducta. Las benzodiacepinas son muy eficientes pero muchas personas que las usan también sufren dependencia, y no deberían de ser tomadas por personas con problemas de alcohol u otras dependencias ya que sería más fácil que se hiciera adicto a las benzodiacepinas.

Existen varios receptores de ralentización y las benzodiacepinas actúan sobre todos ellos. Lo ideal sería encontrar el adecuado a la ansiedad y no estimular todos. Pero aun la ciencia no ha llegado a identificar cual es exactamente. Cuando las personas toman conciencia de padecer esta alergia con efecto neuromodulador en el caso específico de la caseína o gluten derivada de los lácteos y cereales, tienen la posibilidad de ingerir unas enzimas digestivas que se encargan de desdoblar los péptidos de la caseína o gluten. Esto no significa que la persona que padece de estas alergias simplemente siga consumiendo los alimentos que se las producen sino que en casos de emergencia si se ingieren estos productos se deberá de consumir la enzima digestiva. Es sumamente importante retirar el gluten y la caseína además de variar la dieta y suplementarla para asegurar el aporte nutricional adecuado debido a la restricción de ciertos nutrientes importantes que están contenidos en los lácteos y cereales.

Una dieta sin el adecuado balance nutricional es totalmente perjudicial debido a la falta de sustancias primordiales para el metabolismo y adecuación necesaria a las particulares necesidades de cada persona. Por ello el uso de enzimas digestivas para evitar la mal absorción de la caseína o el gluten que producen péptidos Opioides, entre los suplementos enzimáticos se sugieren los que contienen peptidasa, proteasa, amilasa y lipasa, lo cual permite asegurar el adecuado proceso de digestión de todos los nutrientes. Hay que resaltar que la única enzima que desdobla la caseomorfina y Gliadorfina es la dipeptil peptidasa la cual debiera de estar presente en la dieta como suplemento alimenticio. El aspecto benéfico de la liberación de estos importantes neurotransmisores de manera endógena es decir producidas por el organismo, se da entre otras formas debido a la práctica físico-deportiva, estas prácticas tienen un efecto positivo sobre la salud mental ya que produce la liberación de endorfinas (B endorfinas), y esto lleva a la reducción de la ansiedad, la depresión y el estrés. Cualquier tipo de actividad física, ya sea de bajo o alto impacto, libera estas sustancias que actúan directamente sobre el cerebro produciendo una sensación de bienestar y relajación inmediata. Además inhiben las fibras nerviosas que transmiten el dolor, generando analgesia y sedación. Por tanto se puede lograr un estado de euforia gracias a estos “analgésicos naturales” o “hormonas de la felicidad”. (Martinsen, 2004; Paffenbarger, Lee y Leung, 2004).

Además de los descrito en el estudio debo recalcar que La actividad físico-deportiva también provoca la liberación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina. Estas moléculas se sabe que están implicadas en las emociones donde la serotonina juega un rol fundamental debido a sus efectos inhibidores y tranquilizantes en el cerebro.

También diferentes estudios han demostrado la influencia del ejercicio sobre estos neurotransmisores cerebrales que además están asociados al almacenamiento y recuperación de la memoria y también con el estado de ánimo. Además estos estudios sugieren que el ejercicio habitual puede generar cambios estructurales permanentes en el cerebro (Herrera, 2008).

En este estudio en particular la referencia es sobre el beneficio que se encontraría en la acetilcolina que es el neurotransmisor relacionado a la memoria y movimiento entre otras importantes funciones que desarrolla. También el aumento de la temperatura corporal puede llevar a una relajación y a un mejor estado de ánimo. Otro importante grupo de sustancias que aumentan con el ejercicio son los factores neurotróficos. Los factores neurotróficos son una familia de proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas.

Estas sustancias pertenecen a una familia de factores de crecimiento que son un tipo de proteínas que se vierten al torrente sanguíneo y son capaces de unirse a receptores de determinadas células para estimular su supervivencia, crecimiento o diferenciación. El factor neurotrófico derivado del cerebro es elevado por el ejercicio mejorando las funciones cognitivas y generando cambios funcionales en las neuronas-John Ratey “The Revolutionary New Science of exercise and the brain”, Newsweek 19 de marzo 2007. American College of Sports Medicine (ACSM) (1999) recomienda que se practique ejercicio físico con una “frecuencia” entre 3-5 días por semana para conseguir mejoras significativas en trastornos de ansiedad.

El Azúcar y el comportamiento. Se le denomina azúcar de mesa a la sacarosa, este es un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa y esta azúcar se elabora básicamente de la caña de azúcar. Debemos de recalcar que todos los carbohidratos son azucares. El azúcar es probablemente una de las sustancias que más ingiere el hombre y de hecho son los niños los que se atiborran de enormes cantidades de esta diariamente. Estas cantidades no provienen solo de la ingesta de alimentos dulces sino de otras fuentes más como los alimentos procesados.

A efectos de este artículo es menester ahondar en los efectos que tiene la azúcar en el cerebro y por ende en el comportamiento de los seres humanos. Para comprender que es lo que sucede en nuestro cerebro cuando ingerimos grandes cantidades de azúcar en nuestra dieta diaria, los estudiosos del tema como el reconocido Dr. Russell Blayblock nos manifiesta que cuando se produce un exceso de azúcar esta invariablemente ira de la mano con una secreción exagerada de insulina y cuando la insulina en cantidades mayores a las necesarias es liberada en el organismo se produce la hipoglucemia.

La Hipoglucemia significa que el azúcar en el torrente sanguíneo decae y ante esto el organismo necesita recuperar el azúcar para las funciones regulares y entre ellas las del cerebro. Ante esta caída el organismo estimula la secreción de la glándula suprarrenal para la emisión de hormonas claves en el comportamiento, como la epinefrina y la norepinefrina. Estas sustancias están totalmente asociadas a la ansiedad y nerviosismo entre otras funciones. Además cuando el azúcar decae en el organismo el cerebro libera el neurotransmisor glutamato o acido glutamico que es el responsable de la excitabilidad en los seres humanos.

Por ello se considera que la epinefrina y la norepinefrina en conjunto con el acido glutamico provocan estados de hiperactividad en muchas personas. Basta con observar a los niños que acuden a una fiesta de cumpleaños cómo se comportan antes de pasar a la mesa a comer grandes cantidades de azucares y colorantes y luego fíjense como cambia totalmente la conducta de estos.

En las conferencias del destacado Dr. Russell Blayblock cuando se refiere al azúcar y la hipoglucemia destaca un estudio que hizo con una tribu de indios peruanos a los que etiqueto como los más violentos del mundo. Siendo Peruano evidentemente me llamo la atención este dato que desconocía y me puse a investigar el tema, encontré que la tribu Quolla de los Andes Peruanos sobre la cual se refiere el Dr. Blayblock realmente era una tribu a la que se le consideraba sumamente violenta, no sé si serían los más violentos del mundo pero de que eran extremadamente violentos no cabía duda.

En este estudio se descubrió que los indios que más actos violentos y violaciones cometían los cuales alcanzaban la cifra del 55%, eran hipoglucémicos y que los indios pacíficos y tranquilos de la tribu mantenían valores y rangos normales de azúcar en el organismo. Ahondando en el tema el estudio indica que estos indios como principal fuente de alimentación tenían a la papa. Claro que es comprensible dado que la papa o patata como la conocen algunos es de origen peruano donde contamos creo que con más de 5.000 tipos diferentes de la misma. A lo largo de la historia conocida los indígenas han consumido mucha papa, sabemos que la papa al igual que el azúcar son poderoso causantes de hipoglucemia, eso me hace pensar que en el incanato el poderosísimo imperio Inca conquistador y regente de gran parte del continente Sudamericano eran grandes consumidores de papa en su dieta y debían presentar cuadros de hipoglucemia.

Claro está que también a estos problemas de azúcar asociados a la conducta estaría implicada la ancestral costumbre de masticar la hoja de coca la cual ha sido usada como fuente de energía y vitalidad a lo largo de siglos por los indios del incanato. Probablemente las grandes cantidades de azucares y el consumo de la hoja de coca era lo que les producía esa violencia y ganas de conquista de sus vecinos durante tantos siglos. Conocemos también mediante estudios recientes que la ingesta de azúcar en cantidades elevadas está relacionada con el inadecuado equilibrio del neurotransmisor denominado serotonina, el cual sabemos está asociado con la tranquilidad, y las cantidades bajas de serotonina están asociadas a la depresión, actos violentos e ideas suicidas. Imagínese ud, amigo lector la cantidad de problemas conductuales asociados al consumo elevado de azúcar.

El nutrasweet, el edulcorante aspartame y glutamato monosódico que está presente en muchos alimentos procesados son igualmente poderosos estimulantes de la insulina produciendo hipoglucemia también en el organismo. Cuando el glutamato estimula la hipoglucemia se produce la secreción excesiva de insulina y se desencadenan una serie de efectos sobre la conducta como hemos referido líneas arriba.

Aspartame: Esta sustancia es un sustituto del azúcar que abunda en miles de productos que están al alcance y consumo de las personas día a día. El aspartame es elaborado a partir de dos aminoácidos o componentes proteicos: el ácido aspártico y la fenilalanina. El ácido aspártico y la fenilalanina son bloques constructores de proteína que se encuentran en todos los alimentos que contienen proteínas, incluyendo las carnes, los granos y los productos lácteos. El aspartame es formado cuando estos dos aminoácidos se unen, y se añade un grupo metilo. Este grupo metilo se desdobla durante la digestión y forma el metanol. Esta sustancia está considerada como una excitotoxina y puede estimular tanto las neuronas que termina matándolas y es responsable de innumerables enfermedades pero en el tema de la conducta es un poderoso estimulante que produce problemas conductuales y estimula la agresividad y ansiedad además de la hiperactividad entre otros problemas asociados. Acción de los aminoácidos, minerales y vitaminas en la formación de los neurotransmisores.

Citrato de Calcio: Estimula la liberación de catecolamina y aumenta la producción de tirosina. Selenio: actúa como desintoxicante. Tionina: Aminoácido que aumenta los niveles de GABA porque modula la producción en exceso de serotonina y catecolamina, reduciendo la producción de glutamato (poderoso antioxidante).Se lo encuentra en el te verde. Taurina: Aumenta los efectos del GABA bajando la ansiedad y el estrés. Glutamina: Contribuye a la formación de GABA Vitamina B6 y Ácido Fólico: Convierte Tirosina en L-Dopamina. Fenilalanina: aminoácido que se transforma en catecolamina. Cisteína: es fundamental para el comportamiento del glutamato que es el neutralizador de la central eléctrica del cuerpo. Convierte la tirosina en catecolamina y colabora en el metabolismo de los neurotransmisores. Vitamina C: Es un poderoso antioxidante y convierte el triptófano en serotonina.

Dr. Julio Salazar Gonzales.

 



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