Dr. Julio Salazar Gonzales
En estos tiempos del Coronavirus donde en muchos países existe la cuarentena o inamovilidad de sus hogares, muchas de las personas con Autismo o afines, encuentran rotas sus estructuras diarias debido a estos abruptos cambios y pueden desencadenar cuadros de ansiedad y stress. Existen múltiples maneras de tratar de poder distraerlos del encierro impuesto pero que funcionen es otra cosa.
Una muy buena opción es la actividad física, recomiendo hacer una rutina de ejercicios como los del vídeo dentro de casa, no necesitas grandes espacios, aunque si tienes jardín es lo ideal.
Fundamento los beneficios de las actividades físicas en la conducta identificando los neurotransmisores involucrados y sus funciones y beneficios en el ser humano.
La práctica físico-deportiva tienen un efecto positivo sobre la salud mental ya que produce la liberación de endorfinas (B endorfinas), y esto lleva a la reducción de la ansiedad, la depresión y el estrés. Cualquier tipo de actividad física, ya sea de bajo o alto impacto, libera estas sustancias que actúan directamente sobre el cerebro produciendo una sensación de bienestar y relajación inmediata.
Además inhiben las fibras nerviosas que transmiten el dolor, generando analgesia y sedación. Por tanto se puede lograr un estado de euforia gracias a estos “analgésicos naturales” o “hormonas de la felicidad”. (Martinsen, 2004; Paffenbarger, Lee y Leung, 2004).
Ademas de los descrito en el estudio debo recalcar que La actividad físico-deportiva también provoca la liberación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina. Estas moléculas se sabe que están implicadas en las emociones donde la serotonina juega un rol fundamental debido a sus efectos inhibidores y tranquilizantes en el cerebro. También diferentes estudios han demostrado la influencia del ejercicio sobre estos neurotransmisores cerebrales que además están asociados al almacenamiento y recuperación de la memoria y también con el estado de ánimo. Además estos estudios sugieren que el ejercicio habitual puede generar cambios estructurales permanentes en el cerebro (Herrera, 2008). En este estudio en particular la referencia es sobre el beneficio que se encontraría en la acetilcolina que es el neurotransmisor relacionado a la memoria entre otras importantes funciones que desarrolla. También el aumento de la temperatura corporal puede llevar a una relajación y a un mejor estado de ánimo. Otro importante grupo de sustancias que aumentan con el ejercicio son los factores neurotróficos.
Los factores neurotróficos son una familia de proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas. Estas sustancias pertenecen a una familia de factores de crecimiento que son un tipo de proteínas que se vierten al torrente sanguíneo y son capaces de unirse a receptores de determinadas células para estimular su supervivencia, crecimiento o diferenciación.
El factor neurotrófico derivado del cerebro es elevado por el ejercicio mejorando las funciones cognitivas y generando cambios funcionales en las neuronas-John Ratey “The Revolutionary New Science of exercise and the brain”, Newsweek 19 de marzo 2007. American College of Sports Medicine (ACSM) (1999) recomienda que se practique ejercicio físico con una “frecuencia” entre 3-5 días por semana para conseguir mejoras significativas en trastornos de ansiedad.