Lima, febrero de 2020.- De acuerdo con el último análisis realizado por el Ministerio de Salud (MINSA), más de 3 millones de peruanos padecen enfermedad renal crónica (ERC) en cualquiera de sus fases. [1]
Aquellos que se encuentran en la fase final o estadio V deben ingresar a un programa sostenido de tratamiento de reemplazo renal (TRR) como hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante renal. Sin embargo, el presidente de la Sociedad Peruana de Nefrología, Aníbal Zambrano, advierte que, en la actualidad, existe una brecha en el acceso a los tratamientos, que pone en riesgo la salud de los pacientes con enfermedad renal crónica.
Esto se debe a que, según los datos publicados en 2018, la oferta de terapias disponible en el país es insuficiente para cubrir la demanda, principalmente, debido a las grandes limitaciones en la disponibilidad de recursos sanitarios[2]. Tan solo en el Sistema Integral de Salud (SIS), se calcula que más de 7 mil personas están a la espera de hemodiálisis. De igual forma, en EsSalud la demanda de tratamiento es superior a lo que puede cubrir, mientras que en el MINSA solo se atiende el 20% de los pacientes que lo requieren.1
El especialista indica que la falta de TRR en el país afecta seriamente la expectativa de vida de los peruanos. “Los riñones no solo generan hormonas y mantienen un equilibrio saludable de sales, vitaminas y minerales, sino que, a su vez, limpian los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Quienes no reciben la terapia necesaria acumulan gran cantidad de desechos, lo que afecta su calidad de vida y puede provocar, incluso, la muerte”, agregó.
El Dr. Zambrano explica que la enfermedad renal crónica puede surgir como consecuencia de otras patologías como la diabetes y la hipertensión. De acuerdo con cifras del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades más del 27.4% de pacientes con estas patologías tienen algún grado de deterioro avanzado de la función renal.1
“Debido a esto, es muy importante que, una vez diagnosticados, sean derivados al nefrólogo. De lo contrario, no podrá evitarse el avance de la enfermedad y será necesario que el paciente ingrese a un programa de reemplazo renal, como hemodiálisis o trasplante de riñón. Sin embargo, se debe tener en cuenta que Perú cuenta con la tasa más baja de donación de este órgano en la región, con 1.6 donantes por millón de personas”, agrega.
En aras de mejorar la calidad de vida de estos pacientes, el especialista señala que lo mejor es prevenir estas enfermedades o, en su defecto, retrasar su avance. “Existen tratamientos que, de la mano con un correcto plan alimenticio, retardan el avance de este mal, la
[1] Boletín Epidemiológico volumen 27 – SE 16. Ministerio de Salud. Disponible en: https://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/boletines/2018/16.pdf
[2] Análisis de la situación de la enfermedad renal crónica en el Perú. MINSA. Disponible en: https://www.dge.gob.pe/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=598&Itemid=353