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Cómo la paciente 31 infectó ella sola a mil personas en Corea

Publicado el 19/03/20

Conforme van pasando los días, y los estudios y datos se empiezan a acumular, podemos profundizar más y entender cada vez mejor a nuestro adversario en esta pandemia. El COVID-19 es un virus astuto y escurridizo, en muchos casos no presenta síntomas y lo que muchos investigadores sospechaban desde hace un tiempo se ha terminado confirmando: el coronavirus se contagia antes y después de que aparezcan síntomas. Esto significa que una persona, que se encuentra perfectamente y no tiene fiebre o tos, puede pensar que no tiene el virus y aún así, estar contagiando a cualquiera durante días o semanas.

Esta actuación sigilosa del coronavirus ha resultado ser decisiva: los casos no detectados causaron hasta dos tercios de los contagios en todo el mundo según una investigación publicada por científicos estadounidenses con simulaciones informáticas. Este factor es clave para entender la rápida progresión de la pandemia: saludas, abrazas o simplemente te aproximas a alguien que no tiene ningún síntoma, que se encuentra estupendamente y sin embargo está contagiado… y está contagiando.

Aquí llega el concepto de “supercontagiador”, es decir, personas que por su movilidad, por su trabajo o por su comportamiento en momentos concretos pueden llegar a pasar el virus a cientos o miles de personas en apenas unas horas. Pueden pensar ustedes en un político que estrecha docenas de manos, en una estrella del rock o del deporte que abraza a cientos de fans a la salida de un partido, pero también pueden pensar en un camarero, un médico sin la debida protección, un dentista o simplemente alguien que viaje mucho y utilice medios de transporte abarrotados. Las posibilidades son enormes y de ahí la importancia del distanciamiento social, incluso con aquellos que parecen encontrarse bien y sin síntomas.

El ejemplo más claro y sorprendente de supercontagiador lo encontramos en Corea del Sur donde una sola paciente, la denominada paciente número 31, ha contagiado el coronavirus a más de mil personas en apenas unos días. El país asiático ha sido uno de los más golpeados por la epidemia pero su velocidad y contundencia en las medidas ha conseguido minimizar sus efectos. Su sistema de test ha sido brillante y efectivo, y permite hacer un seguimiento bastante exacto de cómo se inició la pandemia y cómo se extendió por el país.

El virus se confirmó por primera vez en el país el 20 de enero, cuando una mujer china de 35 años que voló desde Wuhan al aeropuerto internacional de Seúl, fue aislada al ingresar al país. En las cuatro semanas posteriores al incidente, Corea del Sur logró evitar un brote importante y consiguió contener la epidemia con solo 30 personas infectadas… Esta aparente tranquilidad y control, cambió radicalmente con la aparición de la “Paciente 31”.

Las autoridades aún están investigando cómo la paciente 31 contrajo el virus, ya que no tiene registros recientes de viajes al extranjero o contacto conocido anterior con otros casos confirmados. Sin embargo, el seguimiento exhaustivo que han conseguido realizar la sitúa ahora como uno de los vectores de propagación más impresionantes de toda su epidemia.

Sabemos ahora que la paciente 31, en los días previos a su diagnóstico, viajó a lugares concurridos en Daegu, así como en la capital, Seúl. El 6 de febrero tuvo un pequeño accidente de tráfico en Daegu y se registró en un hospital de medicina oriental. Mientras estaba en ese hospital, asistió a los servicios religiosos en la Iglesia Shincheonji de Jesús, el 9 de febrero y nuevamente el 16 de febrero.

Entre esas visitas, el 15 de febrero, los médicos del hospital dijeron que primero sugirieron que se hiciera una prueba de detección del coronavirus, ya que tenía fiebre alta. En cambio, la mujer fue a un almuerzo buffet con un amigo en un hotel. En una entrevista con un periódico local, la mujer negó que los médicos le hubieran aconsejado que se hiciera la prueba. Sin embargo, a medida que sus síntomas empeoraron, los médicos dicen que una vez más le aconsejaron que se hiciera la prueba. El 17 de febrero, finalmente fue a otro hospital para hacerse la prueba.

El ejemplo de la paciente 31 en Corea es el más conocido de supercontagiadores, simplemente porque se terminó detectando y aislando, sin embargo es más que probable que, ahora mismo, en multitud de países haya cientos de casos como el de esta mujer en Corea. Son portadores del virus pero o presentan síntomas, se encuentran perfectamente y están viajando, desplazándose e interactuando con cientos de personas.

Es solo un botón de muestra para hacernos entender la importancia del confinamiento en casa, aunque no tengas síntomas o te encuentres bien. Es solo un botón de muestra para hacernos entender la importancia del distanciamiento social, de mantener las precauciones, de lavarse las manos y de no interactuar durante un tiempo. Es, en definitiva, un botón de muestra que nos sirve para entender la potente recomendación de la OMS a todos los países: TEST, TEST y más TEST… solo haciendo pruebas se consigue detectar y aislar a tiempo a los supercontagiadores.



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