El Senado de Estados Unidos, que controlan los republicanos, ha tomado este jueves la decisión sin precedentes de impedirle al presidente Donald Trump un nuevo ataque contra Irán, después de la operación en la que murió el general Qassem Suleimani el 3 de enero. Finalmente, votaron a favor de reprobar de este modo al presidente todos los demócratas, los dos independientes y, sorprendentemente, ocho republicanos. Trump ya ha anunciado que planea vetar esta resolución para que no entre en vigor.
La resolución fue presentada en el Senado por el demócrata Tim Kaine, que fue candidato a la vicepresidencia con Hillary Clinton en 2016, y le impide a Trump atacar de nuevo a Irán en un plazo de 30 días si no pasa antes por el Capitolio. En teoría, la ley manda que sea el Capitolio el que le declara la guerra a una nación extranjera, pero existen una serie de excepciones, todas relacionadas con preservar la seguridad nacional, la mayoría de ellas aprobadas tras los atentados terroristas del 11-S en 2001
La Cámara de Representantes (o Baja) ya aprobó una resolución similar el mes pasado, pero no era vinculante. En esa otra Cámara los demócratas son mayoría y el año pasado reprobó al presidente en el proceso del impeachment, que luego fracasó en el Senado. Ahora la Cámara debe considerar la resolución sí vinculante aprobada en el Senado. Si Trump la veta, sólo una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, algo muy difícil de conseguir según la composición actual del Capitolio.
Los ocho republicanos que han reprobado a Trump y han intentado limitarle la capacidad de hacerle la guerra a Irán han dado razones variadas, entre ellas la necesidad de que el Capitolio esté informado de las operaciones bélicas. «Apoyamos que EE.UU. tenga una posición dura con respecto a Irán. Tanto es así, que lo que queremos asegurarnos es que cualquier acción militar sea autorizada previamente por este Congreso. Eso no es algo que demuestre debilidad, todo lo contrario, es fortaleza» dijo el senador republicano de Utah, Mike Lee.
Aliados y enemigos
Es llamativo que haya votado a favor del presidente el que se ha convertido en su principal adversario dentro de su partido, el senador conservador Mitt Romney de Utah. Romney fue el único senador republicano que votó a favor de condenar al presidente en el impeachment la semana pasada. Como candidato a la presidencia en 2012, el senador es opone a limitar los poderes del ejecutivo. «Esta resolución merma nuestra capacidad de disuasión y le envía el mensaje equivocado a Irán».
Por su parte, el autor de la resolución, el senador demócrata Kaine, afirmó que «el presidente de EE.UU. siempre debe tener la capacidad de defender a la nación frente a un ataque inminente». Sin embargo, «una guerra ofensiva necesita, sin duda, que el Congreso debata sobre ella y la someta a votación». Los demócratas defienden que se siga lo que establece la ley, y que, como sucedió con la invasión de Irak en 2003, sea siempre el Capitolio el que tenga la última palabra con respecto a una operación bélica.
Irán respondió a la operación en Bagdad contra Suleimani con un ataque con misiles contra dos bases militares estadounidenses en Irak, que según ha revelado esta misma semana el Pentágono provocaron traumatismos a 109 soldados, en su mayoría leves. El presidente Trump optó por no responder, como en junio decidió no responder al derribo de un dron (avión no tripulado) norteamericano en aguas del golfo Pérsico. El presidente ha afirmado en varias ocasiones que no quiere abrir una nueva guerra en Oriente Próximo. Además, ha prometido culminar la retirada de Irak y Afganistán.
El presidente se ha revuelto contra esta resolución en varios mensajes en la red social Twitter. «Con Irán nos está yendo muy bien y este no es el momento indicado para demostrar ninguna debilidad. Los estadounidenses apoyan de forma mayoritaria nuestro ataque contra el terrorista Suleimani. Si mis manos estuvieran atadas, Irán se aprovecharía de ello. Esto es una señal muy mala. Los demócratas sólo hacen esto para avergonzar al Partido Republicano. ¡No dejen que suceda!». Ocho republicanos le desobedecieron.
El ataque contra Suleimani sorprendió a la comunidad internacional y a los demócratas, que lamentaron que la Casa Blanca no avisara antes al Capitolio. La líder demócrata y presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, acusó al presidente de «irresponsable». Después de la muerte del general, Irán retiró sus compromisos de desnuclearización con la comunidad internacional, a los que ya había renunciado antes EE.UU. por indicación de Trump. Antes de este ataque, EE.UU. aprobó una serie de duras sanciones que han afectado gravemente a la economía iraní.
FUENTE: EL PAÍS