Jueves, 19 de Diciembre del 2024
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Tribunal paquistaní anula la sentencia a muerte del exdictador Musharraf

Publicado el 13/01/20

El exdictador militar paquistaní Pervez Musharraf vio este lunes cómo la condena a muerte a la que fue sentenciado por el delito de alta traición fue anulada por un tribunal, que declaró anticonstitucional el proceso judicial contra él.

El expresidente paquistaní, de 76 años, fue sentenciado a mediados de diciembre en ausencia por el delito de alta traición debido a que suspendió el orden constitucional en 2007, en la primera ocasión en los 72 años de historia del país en que un dictador militar es condenado por sus acciones.

Una decisión que fue calificada de venganza por Musharraf y criticada por el poderoso Ejército, y que hoy fue anulada por unanimidad por tres jueces del Alto Tribunal de Lahore. «El tribunal anunció que la formación de la corte fue anticonstitucional, lo que invalida el veredicto», dijo a Efe el abogado de Musharraf, Azhar Siddique.

El abogado indicó que el Alto Tribunal de Lahore consideró que la formación de la corte especial «no fue aprobada por el Gabinete» del entonces primer ministro Nawaz Sharif en 2013, precisamente el mandatario a quien Musharraf echó del poder en un golpe de Estado en 1999. El tribunal además consideró que el artículo 6 de la Constitución, acerca de la traición al Estado fue enmendado en 2010, años después de las acciones del militar retirado, y que no podía ser aplicado retroactivamente.

«Todo lo que anunció la corte especial es nulo», sentenció Siddique, que apeló la condena el 27 de diciembre. El propio Gobierno paquistaní se personó en el caso a través del fiscal general adjunto, Ishtiaq Khan, quien defendió que se retirase la sentencia.

Musharraf alabó la decisión del tribunal en un mensaje de audio que envió a la cadena de televisión Geo, en la única reacción hasta el momento. «La decisión es muy buena. Estoy contento de que el veredicto se ajusta a la ley y la Constitución», afirmó el exgeneral, según Geo.

Sharif puso en marcha el proceso contra el expresidente en 2013 por imponer el estado de excepción y decretar la detención de decenas de jueces.

La condena a muerte del 17 de diciembre fue celebrada por los sectores más liberales del país asiático. «La democracia es la mejor venganza», tuiteó entonces Bilawal Bhuto, hijo de la asesinada Benazir, crimen por el que Musharraf está acusado, pero por el que no ha sido juzgado al haber abandonado el país.

Sin embargo, el Ejército declaró rápidamente que no se había seguido el debido proceso legal en la condena del militar retirado y que esperaba que se hiciese justicia de acuerdo con la Constitución.

Por su parte, el Gobierno del primer ministro Imran Khan anunció que apelaría la decisión porque el juicio finalizó de «forma apresurada» y porque «nunca se había celebrado un juicio en ausencia».

El propio Musharraf afirmó pocos días después que la condena era una «venganza personal» en un vídeo enviado a la prensa donde aparece tumbado en una cama de hospital con un aspecto deteriorado y dificultades para hablar, en Dubai, donde está desde 2016.

El expresidente viajó hace tres años a Dubai y adujo motivos médicos con la promesa de volver para hacer frente a la Justicia, pero desde entonces ha rechazado regresar a Pakistán.

Pakistán ha estado gobernado por cuatro dictadores militares que dieron tres golpes de Estado a lo largo de los 72 años de historia del país, el primero de ellos en 1958 y el último en 1999.

Incluso cuando no ostenta el poder directamente, el Ejército ejerce un gran control sobre la política exterior y la seguridad nacional.

El militar retirado llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1999 y gobernó la potencia nuclear hasta 2008.



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