Incendio en iglesia de la policía en primera protesta del año en Chile
Publicado el 04/01/20
Santiago de Chile, ene. 4.
Una iglesia destinada a los servicios religiosos de la policía chilena fue incendiada durante la primera protesta del año en Chile para reclamar reformas sociales.
Ubicada en las cercanías de la Plaza Italia de Santiago, epicentro de la mayoría de protestas que estallaron en octubre del año pasado, la iglesia San Francisco de Borja comenzó a arder después de que fuera atacada por un grupo de encapuchados, afirmaron testigos.
Grandes columnas de humo eran visibles desde varios puntos del centro de Santiago, mientras que Carabineros de Chile lamentaron el ataque al templo, como varios edificios patrimoniales ubicados en las cercanías de la Plaza Italia que han sido incendiados desde que estallaron las protestas sociales en Chile el 18 de octubre.
“Lamentamos profundamente informar que la iglesia institucional San Francisco de Borja, donde fueron despedidos nuestros más de mil mártires, es incendiada por una turba de vándalos”, dijo la institución en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
El templo fue construido en 1876 y entregado a Carabineros hace más de cuatro décadas. Los manifestantes sacaron el mobiliario del interior y con él incendiaron grandes barricadas en el exterior del lugar.
La iglesia comenzó a arder pocas horas después de que se iniciara una nueva manifestación, especialmente masivas en este lugar los viernes. La semana pasada, el cine Arte Alameda también fue incendiado, al igual que en semanas anteriores el edificio de una universidad.
Grupos de encapuchados se enfrentaron violentamente con la policía en los alrededores de la iglesia, mientras que en otros lugares manifestantes protestaban de manera pacífica en reclamo de mayores reformas sociales y en contra del gobierno del derechista Sebastián Piñera.
Las manifestaciones se saldan hasta ahora con 29 muertos y han dado paso a un plebiscito en el que el 26 de abril los chileno decidirán si cambian o no la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).