AMÁN, 16 ene (Reuters) – Alrededor de 350.000 sirios, en su mayoría mujeres y niños, han sido desplazados por una nueva ofensiva respaldada por Rusia en la provincia de Idlib, controlada por grupos opositores, desde principios de diciembre, y han buscado refugio en las zonas fronterizas cerca de Turquía, según dijo el jueves Naciones Unidas.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés) dijo en su última publicación que la situación humanitaria siguió deteriorándose como resultado de la “escalada” de las hostilidades.
Aviones rusos y la artillería siria han bombardeado pueblos y aldeas en las últimas semanas en una nueva ofensiva respaldada por las milicias proiraníes que tenían como objetivo barrer toda oposición.
“Esta última oleada de desplazamientos agrava una situación humanitaria ya de por sí nefasta en Idlib”, dijo a Reuters David Swanson, portavoz regional de la ONU para Siria, con sede en Ammán.
Los aviones rusos y sirios reanudaron los bombardeos de áreas civiles en el enclave de la oposición dos días después de que un cese al fuego acordado entre Turquía y Rusia entrara formalmente en vigor el domingo. [L8N29K4RW]
Representantes de la ONU dijeron a principios de este mes que la crisis humanitaria había empeorado y que miles de civiles huían en la provincia de Idlib, además de las casi 400.000 personas que huyeron de los primeros combates, en busca de la seguridad de los campamentos cerca de la frontera turca.
La última ofensiva ha acercado la campaña militar dirigida por Rusia a zonas densamente pobladas de la provincia de Idlib, donde hay casi 3 millones de personas atrapadas, según la ONU.