Al menos cinco personas han muerto por la erupción este lunes del volcán Whakaari, en una isla deshabitada al noreste de Nueva Zelanda que cerca de 50 turistas visitaba cuando se produjo la explosión, según ha informado un portavoz de la policía neozelandesa, John Tims. De la isla, también conocida como White Island, han sido rescatadas 18 personas de varias nacionalidades, que presentan heridas de diverso grado, además de los cinco fallecidos. La policía cree que los rescatados fueron todos los excursionistas que sobrevivieron a la erupción: “No se observan señales de vida en la isla. No creemos que queden supervivientes”, ha explicado la policía en un comunicado tras las labores de reconocimiento aéreo.
La erupción ocurrió de manera abrupta a las 14.11 hora local (2.11, hora en la España peninsular), con la expulsión de rocas y una gran nube de ceniza en la isla, que se encuentra a 48 kilómetros al noreste de la isla Norte. “Debido al alto riesgo, los equipos de emergencia no pueden acceder a la isla (…) que permanece inestable y con posibilidad de nuevas erupciones”, apuntó Tims en una comparecencia sobre el operativo de evacuación.
“Nuestra absoluta prioridad es continuar con la búsqueda y rescate”, señaló en una primera comparecencia la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, al indicar que muchos de los evacuados sufren quemaduras, y están ingresados en hospitales de la ciudad de Whakatane. Michael Schade, uno de los turistas testigos de la erupción, narró en Twitter a través de varios vídeos cómo el barco en el que viajaba zarpó de la isla minutos antes de la explosión, que habría sorprendido a otras excursiones. Un grupo de excursionistas se encontraban cerca del cráter minutos antes de la erupción, según imágenes de una cámara de seguimiento instalada en la zona. El Ejército de Nueva Zelanda indicó que un avión de reconocimiento Orion sobrevuela el terreno en tareas de búsqueda de posibles supervivientes.
Conforme a los datos de la organización médica St John la erupción habría causado una veintena de heridos, algunos de gravedad, recoge el diario New Zealand Herald. “Esperamos quemaduras, problemas respiratorios, lesiones en la cabeza, fracturas de huesos por el impacto de rocas”, entre otras lesiones, describió a la emisora Newstalk ZB el director de operaciones de St John, Norma Lane. Los equipos de emergencia, apoyados por varios helicópteros, trabajan para evacuar a los afectados, algunos de los cuales se encontraban cerca del cráter minutos antes de la erupción, según imágenes de una cámara de seguimiento instalada en la zona.
La Agencia Nacional de Respuesta a Emergencia emitió una alerta ante posibles nuevas erupciones o actividad sísmica moderada. Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad y la cancelación inmediata de todas las excursiones, incluidos los barcos turísticos, alrededor de la isla, visitada cada año por unas 10.000 personas.