El Parlamento Andino declaró a la civilización Caral y a su ciudad sagrada como uno de los “referentes culturales y arquitectónicos de la Comunidad Andina”. El acuerdo se adoptó durante su última sesión plenaria celebrada a fines de agosto en Bogotá, Colombia.
“La resolución reconoce el invaluable valor histórico y cultural de la civilización de Caral y su Ciudad Sagrada, declarándola como referente de la región andina. Asimismo, destaca la labor de las personas e instituciones que trabajan en la conservación, protección y salvaguarda de ese importante patrimonio arqueológico. Se me encargó hacer entrega oficial de la resolución a Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral”, afirmó el parlamentario andino Alan Fairlie Reinoso, quien promovió dicho reconocimiento.
En coordinación con la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, previa a este nuevo reconocimiento, los parlamentarios andinos visitaron Caral y recibieron información completa sobre la Ciudad Sagrada, el centro urbano más destacado de la civilización Caral, ubicado en Perú, específicamente, en el distrito de Supe, provincia de Barranca, región Lima.
Asimismo, se les entregó los resultados de las investigaciones que se realizan, desde hace 25 años, en torno a la civilización más antigua de América, formada en el área norcentral del Perú, durante el período Formativo Inicial (3000–1800 a.C.).
Según los estudios realizados, desde 1994, por la arqueóloga Ruth Shady y su equipo multidisciplinario, Caral fue la primera civilización peruana y americana, considerada como uno de los seis focos civilizatorios en el mundo, al lado de Mesopotamia, Egipto, China, India y Mesoamérica.
La Ciudad Sagrada de Caral es el testimonio más destacado de esta civilización. Es impresionante por el diseño y la complejidad de sus elementos arquitectónicos y espaciales, especialmente, sus monumentales edificios de plataformas y plazas circulares hundidas. Está conformada por una zona nuclear con 32 edificios públicos, varios conjuntos residenciales y dos zonas periféricas, ocupando un espacio aproximado de 66 hectáreas.
En la actualidad, el equipo de investigación de la ZAC, liderado por Ruth Shady, ha identificado 25 centros urbanos relacionados con la civilización Caral en el valle de Supe. La investigación, en 12 de ellos, ha proporcionado evidencias sobre su desarrollo en un ambiente de armonía con la naturaleza y con otras sociedades.
Los hallazgos prueban que establecieron vías de relación interregional y a larga distancia; en un marco de beneficio compartido y de respeto a las diferentes costumbres, ideologías e idiomas de las sociedades andinas.
La tradición cultural de la civilización Caral no desapareció al término de la ocupación de sus centros urbanos; por el contrario, vasta e influyente, perduró en el desarrollo de las sociedades andinas posteriores, hasta los Incas.
Entre sus logros más destacados se encuentran la producción de conocimientos en ciencia y tecnología, aplicados en ingeniería, agricultura, pesca, arte, entre otros. Por ejemplo, la singular manera de cómo aplicaron tecnologías sismorresistentes en sus edificaciones, construidas con piedra, tierra y materiales orgánicos, o la aplicación del efecto Venturi para acelerar la velocidad del viento en sus “altares de fuego”.
Otros reconocimientos
Como parte de los actos de la declaración, se donaron los libros: “Los valores de la Civilización Caral: reflexiones para el buen vivir” y “Centros urbanos de la Civilización Caral, 21 años recuperando la historia sobre el sistema social” a la biblioteca del Parlamento Andino Simón Rodríguez.
El 28 de junio de 2009, la Unesco aprobó la nominación de la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Mundial, y la incluyó en la lista de Patrimonio Mundial el 30 de junio de 2009.
Este año, en octubre, la Zona Arqueológica Caral conmemorará los 25 años del inicio de las investigaciones sobre la Civilización Caral y de la puesta en valor de la Ciudad Sagrada de Caral.