Lima, septiembre 2019. Beber agua es un hábito diario y constante que juega un papel importante para la salud de las personas. Sin embargo, el consumo de líquidos mediante botellas de plástico contribuye con la contaminación y no mejora la sostenibilidad de la ciudad. Según cifras del Ministerio del Ambiente, un peruano emplea aproximadamente 30 kilos de plástico al año1, por ello, se propone como una alternativa eco-amigable el uso de dispensadores y bebederos de agua purificada.
Con el fin de generar menos residuos sólidos, garantizar la salud de más peruanos, ahorrar significativamente en la compra de agua embotellada y en el marco de la Ley Nº 30884, que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables, Edmundo Gaviria Cama, gerente general de Bonavista Perú, explica 5 de los más conocidos mitos sobre el agua purificada.
Falso. Los dispensadores convierten el agua potable en agua purificada a través de un sistema que retiene sedimentos, elimina cloro, trihalometanos y otros contaminantes, haciendo el agua más fresca y saludable para el consumo humano.
Falso. Los sistemas de purificación no cambian el sabor del agua ya que no añaden ningún componente extra, sin embargo, los agentes microbianos, químicos y el cloro pueden afectar el aspecto, olor o sabor del agua2.
Falso. Muchas personas consideran que beber agua embotellada es más limpia que el agua de bebedero, sin embargo, empleando dispensadores se reduce la cantidad de gérmenes y bacterias que genera el agua almacenada.
Verdad. Al beber agua purificada se pueden prevenir enfermedades como el cólera, la hepatitis infecciosa y la diarrea, patologías que están asociadas al agua contaminada y producen más de 3400 millones de muertes al año en el mundo3.
Verdad. El uso de un dispensador de agua purificada además de promover el cuidado del medioambiente también permite ahorrar al mes aproximadamente 9,500 botellas de plástico de un solo uso, generando menos residuos sólidos en la ciudad.
Referencias