La semana crucial para el futuro del Reino Unido empieza con la convocatoria de una reunión de urgencia del gabinete de Boris Johnson, seguida con un discurso del primer ministro a todos los diputados conservadores. Johnson reúne este lunes, a las 17.00 (18.00 en la España peninsular), a su gabinete y a la dirección del grupo parlamentario para abordar la división interna que ha generado su decisión de prorrogar el cierre de la Cámara de los Comunes hasta el próximo 14 de octubre. Ante el creciente número de diputados conservadores dispuestos a respaldar una iniciativa legal de la oposición que fuerce un nuevo retraso en la fecha del Brexit, Johnson ha decidido apostar por la mano dura. Desde su equipo se ha amenazado a los “rebeldes” con expulsarles del núcleo parlamentario de dirección y evitar que puedan volver a presentarse como candidatos conservadores en las próximas elecciones. “El comportamiento de este Gobierno parece diseñado para realinear la política del Partido Conservador, transformarlo y convertirlo en algo muy parecido al Partido del Brexit [la formación del ultranacionalista, Nigel Farage]”, ha asegurado el exministro de Justica, David Gauke, uno de los líderes conservadores que luchan contra el reloj para evitar una salida de la UE sin acuerdo.
Se espera que los partidos de la oposición, junto a algunos de los diputados tories rebeldes, propongan este martes (cuando abre Westminster, tras un período habitual de recesión) una ley que fuerce al Gobierno de Johnson a pedir más tiempo a Bruselas para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Es decir, que a efectos prácticos retrase la fecha del Brexit prevista para el 31 de octubre y que haya, por tanto, más tiempo para negociar los términos del divorcio con el club comunitario.
El desafío legal ha hecho temblar al Gobierno de Johnson, que tendría muy complicado maniobrar en contra de una decisión del Parlamento con fuerza legal. Por eso en las últimas horas ha crecido con fuerza la especulación de un adelanto electoral, que Downing Street podría provocar al final de la semana si resulta derrotado en este pulso parlamentario. Los británicos podrían ser convocados a las urnas antes incluso del 31 de octubre, la fecha fijada para el Brexit.
Nicola Sturgeon, la primera ministra escocesa, ha dado la bienvenida a un posible proceso electoral, si se produce antes de la fecha de salida de la UE. El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, intervenía a mediodía de este lunes en un evento del partido para criticar la medida del polémico premier de cerrar el Parlamento hasta mediados del mes que viene. Poco después, se mostró también a favor de que el país vuelva a ir a las urnas. La última encuesta de Deltapoll de finales de agosto arroja un 35% del apoyo a los conservadores de Boris Johnson. Corbyn lleva meses pidiendo un adelanto electoral, pero son muchas las voces (como la del ex primer ministro laborista Tony Blair) que le piden que no caiga en la trampa estratégica del primer ministro y se centre en trabajar con el resto de la oposición en frenar el Brexit a través de mecanismos parlamentarios.
En otro frente, que se abre también este martes, el Gobierno de Johnson se enfrenta a la decisión de un juez escocés sobre la legalidad de la decisión de prorrogar el cierre de Westminster. El sábado será el turno del tribunal norirlandés, donde la semana pasada también se interpuso una demanda contra la medida por considerarse que pone en peligro el futuro de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo que en 1998 pusieron fin a décadas de conflicto en el Ulster.