El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, informó que las conversaciones para ver la renegociación del contrato del peaje “no están yendo por buen camino” con la concesionaria Línea Amarilla (Lamsac) y advirtió que si esta situación continúa se tomará una “alternativa mucho más drástica” en relación al uso de esa vía.
Tras asistir al acto de apertura de la renovada avenida Nicolás Arriola, La Victoria, el burgomaestre dijo que así se lo hicieron saber a los representantes de Lamsac durante la novena negociación que sostuvieron con ellos ayer jueves 11 de julio.
“Tengo que decir con un poco de pena que con Línea Amarilla las negociaciones no están yendo por un necesario buen camino. Si esta situación no se recompone, nosotros vamos a tener que tomar alguna alternativa mucho más drástica con relación al uso de estas vías. Estamos en este proceso”, aseveró Muñoz.
De otro lado, informó que las negociaciones con la concesionaria Rutas de Lima están avanzando de manera positiva y que los resultados se verán reflejados en una adendda que beneficiará a los ciudadanos de la capital.
“Esto lo vamos a llevar también al MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) para que haya una consagración de las adenddas”, manifestó Muñoz Wells.
A mediados de mayo último, Muñoz informó que la Municipalidad de Lima buscará la renegociación justa de los contratos de peajes suscritos durante las anteriores gestiones con las empresas OAS y Odebrecht porque “están manchadas de corrupción”.
La legalidad de los contratos de concesión de peajes está en tela de juicio luego que ambas empresas revelaran que aportaron a las campañas contra la revocatoria de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, quien a su vez ha confesado que dichos aportes sí se efectuaron.
Vías Nuevas de Lima estuvo a cargo del consorcio Rutas de Lima, integrado por Odebrecht, mientras que la concesión Línea Amarilla (que incluye el puente debajo del río Rímac) estuvo a cargo de OAS, hoy bajo la representación del grupo Vinci Highways. Entre los dos, suman 18 peajes en Lima.
La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) firmó el 2009, durante la gestión de Luis Castañeda, el contrato con OAS para la concesión de la Línea Amarilla por 30 años. Sin embargo, durante la gestión de Villarán se suscribió una adendda y se amplió el periodo a 40 años.
En el 2012, con Villarán como alcaldesa, la MML firmó un contrato con el consorcio Rutas de Lima, integrado por Odebrecht, para el proyecto Vías Nuevas de Lima, el cual incluía un peaje en Chillón, el mismo que posteriormente fue anulado debido a las protestas de la población.
La vía expresa de la Línea Amarilla tiene 9 kilómetros de extensión, empieza en el puente Huáscar, en el distrito de San Juan de Lurigancho, y concluye en la avenida Morales Duárez, en el límite con el Callao.
Esta vía, que incluye un túnel de dos kilómetros que pasa por debajo del río Rímac, integra Lima y Callao a través de los distritos de Carmen de la Legua, San Martín de Porres, Lima Cercado, Rímac, El Agustino, Santa Anita, San Juan de Lurigancho y Ate.