El principal objetivo de un sistema de pensiones es entregar a sus afiliados las mejores pensiones posibles para que puedan vivir dignamente durante su jubilación.
Un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que el sistema de pensiones peruano enfrenta una perspectiva desafiante para alcanzar ese objetivo y propone algunas reformas para mejorar los niveles de pensiones a futuro.
Uno de los factores que afecta negativamente a las pensiones es la baja densidad o frecuencia de cotización de los peruanos a sus respectivos sistema de pensiones. En promedio, durante su vida laboral, los afiliados solo contribuyen en cuatro o cinco meses de un total de 12, según el FMI.
Tal comportamiento está vinculado a la alta informalidad laboral que registra el país, indica el reporte. Los trabajadores que contribuyen a un sistema de pensiones lo hacen de forma irregular, pues se desplazan entre el empleo formal y el informal.
El Fondo considera que es crucial estimar los niveles de pensiones futuros para que las autoridades y hacedores de políticas del país puedan realizar reformas previsionales y para que los afiliados puedan tomar decisiones financieras y laborales informadas.
Tasa de reemplazo
El estudio del FMI estima, bajo ciertos supuestos, que la tasa de reemplazo en el SNP (administrado por la ONP), en promedio bajará de 45% en el 2020 a entre 12% y 20% en el 2047.
Esto quiere decir que en promedio, en 27 años los afiliados a la ONP recibirán, en el mejor de los casos, una pensión equivalente a solo la quinta parte de su sueldo a lo largo de su vida laboral.
Esta tendencia a la disminución se explica en buena parte por reformas pasadas que se dieron para hacer más sostenible el SNP. Además, puesto que una condición para acceder a una pensión en este sistema es acumular 20 años de aportes, no todos los afiliados tienen las mismas oportunidades de obtener este beneficio.
Así, el FMI advirtió que el 60% de todos los afiliados a la ONP y, aproximadamente, el 50% de los que contribuyeron en los últimos cinco años, no alcanzarían los 20 años de aporte y, por tanto, su tasa de reemplazo sería cero, es decir, que no recibirían ni un sol de pensión.
Una propuesta del Fondo es acortar el plazo exigido de aporte para recibir una pensión de 20 a 15 años. Esta medida permitiría a más personas obtener una pensión y elevar así la tasa de reemplazo promedio a un costo fiscal relativamente limitado: 0.05% del PBI.
AFP
Entre los afiliados al SPP, la situación de las pensiones futuras sería similar y también sería necesario hacer reformas (ver recuadro).
Otra propuesta de reforma es elevar el porcentaje del sueldo mensual que se aporta a los sistemas de pensiones, de 10% actual a niveles de entre 13% y 14%.
Esta medida aumentaría la tasa de reemplazo en cerca de tres puntos porcentuales. Y un aumento de las tasas de aporte en cinco puntos porcentuales tendría el mayor impacto en las tasas de reemplazo y podría ser inevitable en el mediano plazo para garantizar pensiones adecuadas, aunque podría afectar la formalización laboral, sostuvo el FMI.
Sin embargo, acotó que si bien estas reformas serían positivas, las tasas de reemplazos en Perú aún permanecerán significativamente por debajo de los niveles en los países desarrollados.
La baja cobertura es otro de los desafíos del sistema de pensiones peruano. La elevada informalidad laboral significa que solo el 30% de la población económicamente activa está contribuyendo a planes de pensiones.
Para el FMI, las contribuciones de los trabajadores vinculadas a su consumo, y esquemas de “matching contribution” son opciones interesante para impulsar el ahorro previsional en el país.