Se trata de los vestigios más antiguos de Perú, resalta el Ingemmet
Fósiles de Invertebrados Marinos de 480 millones de años, los más antiguos de Perú, fueron descubiertos en los distritos cusqueños de Pichari y Kimbiri, que forman parte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), reveló hoy el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).
El hallazgo estuvo a cargo del Ingemmet en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En el Vraem se hallaron los fósiles de invertebrados marinos más antiguos de Perú, informó el Ingemmet.
La investigación estratigráfica en las rocas del Paleozoico, de la margen derecha del río Apurímac, iniciada en 1998 por el Ingemmet, permitió detectar los fósiles más antiguos de Perú en afloramientos de pizarras de la Formación San José.
El yacimiento más notable se ubica en el kilómetro 8 del camino carretero entre los poblados de Catarata y Nueva Alianza, en la faja subandina (selva alta) que cubre las montañas al este de Omaya.
Colonias marinas flotantes
Se trata de restos de graptolitos o colonias marinas flotantes de dimensiones muy reducidas (uno a dos milímetros de ancho), cuya abundancia en las rocas del periodo Ordovícico a nivel mundial sirve para datar con precisión los yacimientos que los contienen.
Los graptolitos pertenecen a seis especies planctónicas de la llamada Biozona de Araneograptus murrayi del Tremadociano superior, con una edad próxima de 480 millones de años (el piso Tremadociano se extiende desde los 485 hasta los 478 millones de años antes de Cristo).
Otro yacimiento en el poblado Libertad al noreste de Pichari proporcionó una asociación distinta de graptolitos del Floiano, algo más moderna (475 millones de años), pero de gran interés para los geólogos y el conocimiento de los inicios de vida compleja en territorio peruano.
La colaboración científica iniciada en el 2006 entre el Ingemmet y CSIC, bajo la codirección de César Chacaltana y Juan Carlos Gutiérrez-Marco, se basó en los trabajos permanentes de actualización de la Carta Geológica Nacional, herramienta básica para el desarrollo sostenible del país.
Para el Ingemmet, “este descubrimiento demuestra lo mucho por descubrir en nuestro vasto territorio, lo que se incentiva con la actualización de la Carta Geológica Nacional a escala 1:50,000 y la necesidad de realizar nuevas investigaciones e ir delimitando los antiguos continentes”.