Lima, 12 de junio de 2019. Las delegaciones deportivas nacionales más importantes del mundo −las que obtienen los mejores resultados en las competencias oficiales− manejan planes de desarrollo deportivo que involucran un trabajo previo de gestión deportiva profesional.
En los últimos años, el deporte en el Perú se ha venido posicionando de manera muy significativa, como con la clasificación de la selección peruana de fútbol al Mundial Rusia 2018. Esto debido a que se han efectuado iniciativas que buscan su desarrollo, tanto el sector público como el privado.
Un ejemplo claro son las recientes políticas públicas implementadas para fortalecer el desarrollo del deporte, como la Política Nacional Del Deporte, Ley de Mecenazgo Deportivo y Ley de Programas Deportivos de Alta Competencia. Este último establece que las universidades públicas y privadas deberán promover, como mínimo, tres deportes distintos, y brindarles facilidades a los alumnos que los practiquen a nivel profesional.
Este contexto promisorio crea oportunidades laborales muy valiosas que necesitan ser materializadas por profesionales que cuenten con las competencias idóneas para gerenciar y masificar el deporte, y elevar aún más su competitividad a nivel mundial. Es decir, que desarrollen programas que traduzcan estas leyes en planes operativos para promover el deporte a todo nivel.
“La oferta de profesionales del deporte en el Perú es importante para el desarrollo deportivo, pero aún debemos seguir trabajando para alcanzar los estándares internacionales a los que podríamos llegar como nación”, comenta Aitor Canibe, director general corporativo para el Deporte en USIL, remarcando el escenario de oportunidades para el ámbito deportivo nacional.
Ya se cuenta con el marco legal propicio, solo se necesita impulsar la capacitación especializada de los profesionales del deporte para que el desarrollo deportivo nacional se vuelva una realidad. Esos grandes hitos, como aquella medalla de oro olímpica conseguida por Edwin Vásquez Cam en la modalidad de pistola libre durante los Juegos Olímpicos de Londres 1948, o la nostálgica medalla de plata de nuestra selección femenina de voleibol en los recordados Juegos Olímpicos de Seúl 1988, deben dejar de ser solo buenos recuerdos para convertirse en los predecesores de una gran lista de triunfos para el deporte peruano.