El exfutbolista argentino ha comunicado a los Dorados, de la Segunda División de México, que no seguirá como su entrenador por cuestiones de salud. “Por consejo médico le dedicará tiempo a su salud y se someterá a dos operaciones: de hombro y de rodilla”, agregó su abogado y amigo cercano Matías Morla.
Maradona sacudió al fútbol de México el 7 de septiembre pasado cuando, a través de un montaje en Twitter, el club Dorados de Sinaloa anunció la contratación del campeón del mundo en 1986 como su entrenador. Su arribo levantó suspicacias. Por un lado, algunos ponían en marcha la cuenta atrás para determinar cuántos días podía aguantar en el cargo; otros cuestionaban su escaso palmarés como entrenador. Su pasado de excesos combinado con una ciudad, Culiacán, manchada por los carteles del narcotráfico hacía pensar lo peor. “Quiero darle a Dorados lo que me perdí cuando estaba enfermo. Hoy quiero ver el sol, quiero acostarme de noche”, dijo el día de su presentación para intentar cortar de tajo cualquier cuestionamiento.
En menos de un año, Maradona llevó a los Dorados a jugar dos finales y ambas, para su infortunio, las perdieron contra el Atlético de San Luis, la franquicia del Atlético de Madrid en México. En la primera, el Diez retó a golpes a algunos aficionados que se burlaron de su derrota. “¡Ven, puto! Chingas a tu madre, hijo de puta. Cagón. Quiero que me lo diga en la cara”, lanzó. En su segundo campeonato fallido fue ecuánime: “Yo gané, perdí, empaté en la vida. Estuve al borde de la muerte, a mí esto no me hace nada. Estoy triste por los muchachos”, dijo en mayo pasado.
Maradona le dio vida a una Segunda División que abarrotaba los estadios a los que él iba de visita. En Sinaloa, sin embargo, el aforo por verle era menos de la mitad porque el deporte de la urbe era y es el béisbol. La cadena que transmitía los partidos de los Dorados, ESPN, dedicó una cámara para seguir cada gesto del Pelusa e incluso, para aprovechar que las cámaras apuntaban hacia él, el equipo le dio una camiseta con el logotipo de uno de los principales patrocinadores del club, la franquicia de casinos Caliente.
“Diego, siempre tendrás las puertas abiertas de Dorados. Primero es tu salud, aquí tienes y tendrás tu casa”, escribió el presidente de Dorados, Antonio Núñez, desde su cuenta de Twitter. En diciembre Maradona viajó a Argentina para someterse a una operación de una hernia abdominal y, ante todo pronóstico, regresó a México.
En su paso por México, Maradona no dejó de ser Maradona. En marzo fue multado por la Federación Mexicana de Fútbol por dedicarle un triunfo a Nicolás Maduro y llamar “sheriff del mundo” a Donald Trump. “Juntos sorprendimos al mundo”, se lee en la despedida digital de Dorados. Maradona, el único entrenador en vender camisetas con el número 10, busca la brújula que le lleve a ser campeón con el silbato en el cuello.