El jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP) Hernando Tavera informó este jueves que estudios realizados por el organismo que dirige indican que la energía sísmica no liberada en Lima desde hace más de 270 años, podrían provocar un terremoto de hasta de magnitud 9 en la capital del país.
En un taller realizado por el IGP en Nasca, Tavera precisó que los sismos que sacudieron Lima en los años 1940, 1966 y 1974 solo liberaron entre el 25% y 30% de la energía acumulada en el periodo mencionado.
“Falta 70% de energía que tiene que liberarse y eso va a dar origen a un sismo de 8.8 a 9.0, probablemente para la región central del Perú”, advirtió.
El sismo del 24 mayo de 1940 tuvo una magnitud de 8.2 y tuvo su epicentro frente a las costas del Callao y Lima. El 17 de octubre de 1966, otro sismo de la misma magnitud con epicentro en el mar de Huacho y Barranca dejó un saldo de 220 muertos, 1800 heridos y 258 mil damnificados. El terremoto más reciente se registró en 1974 y tuvo una magnitud de 8.1. Provocó la muerte de 252 personas y afectó a Lima, Mala, Cañete, Chincha y Pisco.
Tavera comentó que los terremotos no son el problema en sí mismos, sino la informalidad en un sector importante de las construcciones en la capital, que son una amenaza para la población durante este tipo de fenómenos.
“El problema no radica en los terremotos, los terremotos son necesarios para que la cordillera crezca, para que tengamos agua. El problema es la calidad de las viviendas que tenemos en las ciudades”, señaló.
“Yo me he cansado de repetirlo infinidad de veces, el terremoto no mata gente, la gente muere porque vive dentro de este tipo de viviendas que colapsan. Si el terremoto ocurriera a las diez de la mañana y todos estuviéramos en el parque sentados, a nadie le va a pasar nada”, agregó.